Miles de personas se congregaron la noche del sábado en las principales ciudades de Irán para celebrar y apoyar el ataque sin precedentes lanzado contra Israel, el enemigo jurado de la República islámica.
Irán se considera vengado y advierte a Israel de que no responda
En Teherán, los manifestantes se reunieron en la céntrica Plaza Palestina poco después del anuncio del lanzamiento del ataque a cargo de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del país.
"Muerte a Israel" y "muerte a Estados Unidos", corearon los participantes, repitiendo consignas tradicionales de la Revolución islámica de 1979, constató un periodista de la AFP.
Muchos portaban banderas iraníes y del Hezbolá libanés, apoyado por Irán.
Las autoridades iraníes, como el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, habían prometido "castigar" a Israel tras atribuirle un ataque contra el consulado iraní en Damasco, que mató a siete militares iraníes el 1 de abril.
En la Plaza Palestina, se inauguró un mural en el que aparece una bandera israelí rota con misiles al fondo y un lema amenazador: "La próxima bofetada será más violenta".
También se hizo una concentración breve frente a la embajada británica en ausencia de representaciones diplomáticas estadounidense e israelí.
En Isfahán (centro), las personas se reunieron alrededor de la tumba del general Mohamad Reza Zahedi, el militar de mayor rango de los siete Guardianes de la Revolución muertos en el ataque al consulado iraní en Damasco.
Antes de los ataques del sábado y domingo, la iraní Maryam de 43 años declaró esperar que se pudiera alcanzar un "compromiso" con el fin de "evitar que comience una guerra y que mueran inocentes".
Pero otros en Teherán querían una reacción más fuerte de las autoridades iraníes.
"Esta vez debemos responder con más seriedad y determinación", reaccionó Yussef, un trabajador de 37 años.