Vitaly Churkin, el embajador ruso de las Naciones Unidas de la última década, murió este lunes en Nueva York.
Churkin falleció a un día de cumplir 65 años, en el hospital Presbiteriano en Nueva York tras sufrir problemas cardiacos en su oficina.
"El destacado diplomático ruso murió en su rol de trabajo. Le dedicamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares" señaló el comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
Churkin era conocido por ser un fiel seguir de la política exterior del Presidente Vladimir Putin. En el último tiempo defendió intensos bombardeos en Aleppo el año pasado contra los rebeldes opositores del gobierno de Bashar Al Assad. De hecho, repetidamente vetó las resoluciones que criticaban el régimen sirio.
El año pasado Churkin protagonizó un choque con la embajadora de Barack Obama en la ONU, Samantha Power, quien se refirió a los bombardeos en Aleppo como "la vergüenza de nuestra generación".
Pese a todo, Power lamentó a través de su cuenta de Twitter lamentó la muerte del embajador ruso y lo describió como un "maestro diplomático y hombre preocupado que hizo todo lo que pudo para acortar las diferencias entre Estados Unidos y Rusia".
Asimismo, el canciller Heraldo Muñoz entregó las condolencias a la familia de Churkin y lo describió como un "amigo del Consejo de Seguridad de la ONU y competente diplomático".
