Las campañas de Ted Cruz y John Kasich anunciaron este domingo que colaborarán para evitar que Donald Trump logre los delegados necesarios para ser el nominado del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Como fruto del acuerdo, Cruz, senador por Texas, centrará sus recursos en ganar la mayor cantidad posible de delegados en el estado de Indiana, mientras que Kasich, gobernador de Ohio, se concentrará en estados del oeste como Oregón y Nuevo México.
Trump, que actualmente es el líder en las primarias del Partido Republicano con 844 delegados por delante de Cruz (543) y de Kasich (148), necesita un total de 1.237 delegados para asegurar la nominación.
Si no los logra, Cruz y Kasich tendrían una oportunidad en la convención del partido en julio.
"Tener a Donald Trump en la cabeza de la candidatura en noviembre sería un desastre seguro para los republicanos", dijo el jefe de campaña de Cruz, Jeff Roe, en un comunicado.
Trump ha denunciado en repetidas ocasiones el sistema y asegura que debería ser el nominado automáticamente aunque no alcance la mayoría de 1.237, algo que ha descartado la dirección del partido.
Trump reaccionó en twitter al conocer la colaboración entre sus rivales. "El mentiroso de Ted y Kasich están matemáticamente muertos y totalmente desesperados", escribió el magnate en la red social.
El martes se reanudan las primarias con elecciones en los estados de Connecticut, Delaware, Maryland, Pennsylvania y Rhode Island. El 3 de mayo será el turno de Indiana.
La diferencia de delegados ya es tan amplia a favor de Trump que la estrategia de sus rivales pasa por evitar que logre el número mágico de 1.237 para tener una oportunidad en la convención.
"Nuestro objetivo es una convención abierta en Cleveland, donde confiamos que un candidato capaz de unificar el partido y ganar en noviembre emerja como nominado", expresó en un comunicado John Weaver, director de la estrategia de campaña de Kasich.
La alianza es un paso más en el intento por evitar que el nominado sea Trump, al que muchas personas en la dirección del partido no ven como un candidato adecuado.
Por el bando demócrata, Hillary Clinton, exprimera dama y exsecretaria de Estado, es la gran favorita frente al senador Bernie Sanders.