AFP
Filipinos atrapados en los tejados de sus casas inundadas esperaban ayuda este lunes mientras el tifón Koppu desencadenaba su fuerza en el norte del archipiélago por segundo día.
El tifón, que tocó tierra el domingo en la costa oriental de Luzón, la isla principal de Filipinas, ha causado dos muertes y obligado a miles de personas a huir de sus viviendas.
Koppu se desplazaba muy lentamente hacia el norte. Aunque se iba debilitando, vertía lluvias torrenciales en tres cordilleras y las aguas han inundado las vastas planicies de arrozales al norte de Manila, explicaron los servicios de socorro.
Unos 70 pueblos se encontraban sumergidos por las aguas, declaró Nigel Lontoc, director adjunto de la seguridad civil regional.
"Las aguas suben deprisa y hay gente subida a los tejados", declaró Nigel Lontoc a la AFP. "Las aguas son demasiado profundas para los camiones militares y los socorristas intentan llegar hasta ellos en lanchas neumáticas".
Miles de habitantes estaban probablemente atrapados en esos pueblos y la seguridad civil sólo disponía por el momento de diez equipos, añadió.
Miles de personas se refugiaron en centros de evacuación temporal, según la agencia gubernamental de gestión de catástrofes. Unos 19.000 habitantes seguían estando en ellos este lunes.
Koppu estaba acompañado inicialmente de ráfagas de viento de 210 km/h. Este lunes se encontraba encima de la localidad septentrional de Bantay y las ráfagas habían bajado a 150 km/h. La tempestad debía pasar por encima de las Cordilleras antes de alejarse de Luzón el miércoles.
El Gobierno señaló dos muertos, un adolescente de 14 años en Manila cuando un árbol se desplomó encima de su casa, y una mujer de 62 años que pereció en el hundimiento de una pared de su alojamiento en la provincia de Zambales.
Las escuelas permanecían cerradas este lunes en Manila. El tiempo seguía siendo tormentoso pero la capital no estaba afectada de gravedad.