Miles de turcomanos, entre ellos empleados públicos, siguieron en traje deportivo al autoritario y excéntrico presidente de este aislado país de Asia Central en un desfile gigante en bicicleta con motivo del Día Mundial de ese medio de locomoción.
Según la televisión estatal, el desfile reunió a 7.500 personas en la capital, mientras que en las regiones también hubo otras celebraciones para conmemorar esta fecha establecida por las Naciones Unidas a propuesta de Turkmenistán en 2018.
El presidente Gurbanguly Berdimuhamedow de 62 años, paseó por la capital, Ashjabat, seguido por una larga fila de funcionarios en bicicleta, e inauguró una escultura de más de 30 metros de altura en honor al ciclismo, componente importante de la propaganda del Estado, que promueve un estilo de vida saludable.
"Nuestro objetivo es el bienestar del pueblo, una sociedad sana y el desarrollo armonioso físico y espiritual de todas las generaciones" dijo en la ceremonia, entre aplausos.
Turkmenistán, uno de los países más cerrados del mundo, está oficialmente libre de la pandemia de la COVID-19 entre cuestionamientos de la comunidad internacional. En la actividad no tomó ninguna medida de restricción, sino que ha celebrado los días destacados del calendario con la pompa habitual.
Las celebraciones se realizaron sin mascarillas de protección. Berdymukhamedov, que no tolera ninguna oposición, sale regularmente en televisión, haciendo o dando lecciones de deportes, o como DJ.