El partido de Leopoldo López pide la anulación de su juicio tras declaraciones de exfiscal
El partido venezolano Voluntad Popular, del opositor preso Leopoldo López, pidió este jueves la "anulación" del juicio que se le hizo a su líder en 2015 y que le condenó a casi 14 años de prisión, después de que la exfiscal de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, admitiera que recibió presiones "para que dijera que el autor (de los homicidios) era Leopoldo". Al ser preguntada durante la entrevista a la emisora colombiana Blu Radio sobre quién la presionó, respondió: "Diosdado Cabello", considerado el número dos del chavismo y actualmente diputado en la Asamblea Constituyente.
"A la luz de estas graves pero contundentes declaraciones de la fiscal general Luisa Ortega Díaz, exigimos la anulación del juicio amañado que condenó a nuestro coordinador nacional injustamente encarcelado y preso de consciencia, Leopoldo López, y su liberación inmediata", pidió el partido Voluntad Popular en un comunicado de prensa.
En ese sentido, VP señaló que la declaración de Ortega Díaz ratifica que López "es y siempre ha sido inocente" y que lo que se ha buscado con esta "persecución" en su contra es "inhabilitarlo de la competencia electoral". "Su encarcelamiento arbitrario y condena injusta obedecen a un sicariato político, vía montaje judicial, ordenado desde lo más alto de la dictadura", agregó el partido en el documento.
Para este viernes VP junto a la esposa de López, Lilian Tintori, han convocado a una actividad en una plaza de Caracas por los cuatro años de prisión que cumple este mes el opositor, pues fue detenido en febrero de 2014. El partido también ha pedido en su comunicado hoy el "cese urgente de la orden de captura contra" su coordinador nacional político, Carlos Vecchio, quien se encuentra en el exilio. El abogado de López, Juan Carlos Gutiérrez, también pidió la liberación "inmediata" de su defendido tras las declaraciones de Ortega Díaz.
Numerosos Gobiernos y organizaciones de derechos humanos internacionales consideran a López como un prisionero político, pero Maduro ha insistido en calificarlo como un "monstruo" y un "asesino".