por Jean-Louis DE LA VAISSIERE with Mariam HARUTUNYAN in Yerevan
AFP
El papa viajó el viernes a Armenia para una visita de tres días que puede irritar a Turquía si Francisco vuelve a usar el término de genocidio para referirse a las matanzas de armenios bajo el imperio otomano.
Ankara, que sigue negando que un genocidio tuviera lugar durante la Primera Guerra Mundial, estará muy pendiente de los movimientos y declaraciones de este viaje, el 14º de su pontificado.
Los momentos clave del viaje incluyen una visita al principal memorial armenio a los muertos entre 1915-1917, un encuentro con los miembros de la pequeña comunidad católica del país y la suelta de dos palomas en dirección del monte Ararat - armenio hasta 1915 y ahora situado dentro de Turquía - desde el monasterio de Khor Virap cerca de la frontera turca.
Francisco es el segundo papa en visitar Armenia desde que resurgiera como un Estado independiente de las cenizas de la Unión Soviética.
Juan Pablo II viajó al país en 2001 para celebrar los 1.700 años de la adopción del cristianismo en Armenia, que fue el primer país en abrazar esta fe como religión del Estado. También fue el primer papa en reconocer, por escrito, la masacre de armenios como genocidio.
El año pasado, Jorge Bergoglio dijo en una misa que las matanzas de armenios entre 1915 y 1917 son "ampliamente consideradas el primer genocidio del siglo XX". Una declaración que le granjeó simpatías entre los armenios y enfureció a Turquía, que en protesta retiró a su embajador en el Vaticano.
Sufrimiento y tragedias
El viaje de Francisco "trae un mensaje religioso, político y humanitario", dijo el padre Shahe Ananyan, de la Iglesia Apostólica armenia, a la que pertenece la mayoría de la población del país.
Con su visita al monumento al genocidio armenio llamado Dzidzernagapert, prevista el sábado, "el pontífice deja claro la firmeza de su posición sobre este asunto. Es un mensaje para todo el mundo católico. Esto favorecerá el reconocimiento internacional", añadió Ananyan.
Uno de los interrogantes es si el papa pronunciará la palabra "genocidio" en su visita, como esperan muchos armenios.
En Turquía, país que acoge a numerosos cristianos que huyen de la guerra en Siria e Irak (entre ellos armenios), el tema levanta ampollas y todavía está muy presente la decisión del parlamento alemán de reconocer a principios de junio el genocidio armenio.
Entre los países que ya lo reconocen se encuentran también Argentina, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Paraguay, Polonia y Rusia.
Cerca de 13.000 personas acudirán a la misa que el papa presidirá en Gyumri con peregrinos de Líbano y con población de la provincia geogiana de Javakheti, habitada sobre todo por armenios.
Desde el Vaticano se ha evitado usar el término de genocidio en la preparación de la visita y no está claro si Francisco correrá el riesgo de mencionarlo.
En un mensaje de video dirigido a los armenios antes del viaje, Francisco dijo que su historia provocaba dolor y admiración.
"Admiración porque habéis encontrado en la cruz de Jesús y en su espíritu, la capacidad de recuperarse siempre, incluso de uno de los peores sufrimientos (...), dolor por las tragedias que vuestros padres vivieron".