El Louvre y Airbnb se asociaron con motivo del treinta aniversario de la Pirámide, para proponer una noche de sueño en el Louvre en compañía de la Gioconda y la Venus de Milo a la persona ganadora de un concurso y al invitado o la invitada que escoja, anunció el museo parisino.
La persona ganadora será escogida por un jurado según su respuesta --divertida, apropiada o creativa-- a una pregunta hecha desde el miércoles en la plataforma de Airbnb: "¿En que sería usted huésped ideal de Mona Lisa?".
La noche de sueño ofrecida en el museo, cuando las puertas cierren, será la del 30 de abril al 1 de mayo.
Un gran programa está previsto para los dos visitantes. Serán primero guiados por una historiadora especializada en arte durante una visita personalizada.
Luego, la Gioconda presenciará su aperitivo en un salón instalado al lado del cuadro de Leonardo da Vinci.
Habrá después una cena en un comedor efímero situado al pie de la Venus de Milo y asistirán finalmente a un concierto íntimo en los salones de Napoléon III.
Dormirán debajo de una pequeña pirámide bajo la Gran Pirámide, al nivel de la terraza.
"Con el apoyo d’Airbnb, queremos hacer descubrir nuestras colecciones a personas que no buscan de manera espontánea el museo, con el objetivo de hacerlo accesible a todos", dijo Anne-Laure Béatrix, administradora general adjunta del museo del Louvre.
A partir de mayo y a lo largo del año, se programará una serie de experiencias disponibles para reservación en la plataforma Airbnb.
Estas experiencias, cuya programación será revelada en unas semanas, facilitarán el descubrimiento del museo y sus 35.000 obras desde ángulos novedosos, con visitas exclusivas y conciertos íntimos.
Con 10,2 millones de visitantes en 2018, el museo francés es el más visitado del mundo.
Airbnb logró la asociación cuando es objeto de críticas de la alcaldía de París por no respetar las reglas en materia de alquileres turísticos.
Las autoridades de la ciudad presentaron una demanda a la justicia contra la plataforma, que puede recibir una multa de 12,5 millones de euros por haber puesto en línea 1.000 habitaciones no registradas, como lo prevé la ley.