AFP
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) volvió a tomar este domingo la antigua ciudad de Palmira, de la cual se retiraron las tropas del ejército sirio, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"A pesar de los ataque aéreos, el EI reconquistó toda la ciudad de Palmira después de que el ejército se retiró al sur de la ciudad", afirmó el jefe del OSDH Rami Abdel Rahman.
La agencia de noticias Amaq del Estado Islámico también informó que los yihadistas habían recuperado el "control total" de la ciudad.
Los yihadistas avanzaron en forma fulgurante desde el norte y capturaron la célebre ciudadela que domina Palmira al oeste de la ciudad.
El Estado Islámico había conquistado la ciudad el sábado tras una ofensiva relámpago iniciada el jueves desde los campos petrolíferos ubicados al norte de la ciudad.
Sin embargo, una violenta campaña de bombardeos de la aviación rusa había obligado a los yihadistas a retirarse de la ciudad.
"Los violentos ataques de la aviación rusa durante la noche en Palmira obligaron a los yihadistas del EI a retirarse al alba, unas horas después de su entrada en la ciudad", dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
Los bombardeos rusos mataron un gran número de yihadistas, agregó Rahman sin dar un balance exacto.
En un comunicado publicado en Moscú, el ministerio ruso de Defensa había dicho que la aviación rusa había lanzado 64 ataques contra "posiciones, convoyes y reservas de militantes" en Palmira.
"Durante la noche, las tropas sirias con el apoyo activo de la aviación rusa contrarrestaron todos los ataques terroristas en Palmira", afirmaba el comunicado del ministerio ruso de Defensa, que daba cuenta de la destrucción de 11 tanques, 31 vehículos y la muerte de 300 yihadistas.
El EI había conquistado Palmira en mayo de 2015 y había sido expulsado en marzo de 2016 por el ejército sirio con la ayuda de Rusia.
La ocupación de Palmira por el EI hace temer por las ruinas greco-romanas de esta ciudad incluida en la lista del patrimonio mundial de la humanidad de la UNESCO.
Durante la anterior ocupación, los yihadistas habían destruido varios vestigios, entre ellos el Templo de Bel, una de las joyas de la ciudad.