El extraordinario caso de la falsa embajada de EE.UU. en Ghana que emitió visas durante una década
La verdadera embajada de Estados Unidos en Ghana es un imponente y moderno edificio, rodeado de alta seguridad y otros centros diplomáticos, en un elegante barrio de la capital, Accra.
En una zona mucho más modesta de la misma ciudad, sin embargo, operaba otra "embajada" de EE.UU. prestando servicios consulares incluyendo visas para ese país a un costo de US$6.000.
La falsa sede diplomática operó durante casi una década antes de ser desarticulada en noviembre, según lo confirmaron funcionarios estadounidenses el lunes.
El Departamento de Estado de EE.UU. no dio muchos detalles, pero un portavoz aseguró que no se cree que alguien haya podido entrar al país con una de las visas falsificadas.
Edificio dilapidado
El falso centro consular fue establecido y operado por redes del crimen organizado turco y ghanés, en una casa completa con bandera estadounidense y un retrato pintado del presidente Barack Obama.
Sin embargo, el periodista de la BBC en Acra, Sammy Darko, informa que el desteñido edificio no podría parecerse menos a la verdadera embajada de EE.UU.
Una foto distribuida por el Departamento de Estado de la falsa embajada muestra un dilapidado edificio color naranja, con muros húmedos y descascarados, rodeado de una acera rota y desnivelada.
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El engaño posiblemente se pudo sostener porque la mayoría de los clientes nunca antes habían estado en una embajada y no sabían que esperar, explicó el periodista de la BBC.
"También encontraron gente blanca allí, así que presumieron que era la embajada de EE.UU.", añadió.
Los supuestos funcionarios consulares -en realidad criminales turcos- hablaban inglés y holandés.
Mala calidad
La falsa embajada no aceptaba clientes para visa sin turno previo, informaron las autoridades. Otra posible razón por la que se salieron con la suya por tanto tiempo.
Los delincuentes iban hasta remotos lugares en el oeste de África para encontrar clientes a quienes trasportaban hasta Accra, donde los instalaban en una habitación de un hotel cercano.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., "los que estaban a cargo de la operación lograron sobornar a funcionarios corruptos para que hicieran la vista gorda y para que facilitaran documentos legítimos en blanco que podían falsificar".
También obtenían pasaportes ghaneses y de otras nacionalidades, robados o perdidos, con visas estadounidenses vencidas que utilizaban como prototipo para producir las visas que vendían a US$6.000, además de otros documentos como registros de nacimiento, certificados escolares y extractos bancarios.
Curiosamente, las visas falsas eran de muy mala calidad, afirmó Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU.
Se sospecha que los delincuentes usaban una máquina de coser industrial para adherir las visas falsas a los pasaportes.
"Hoy en día, es muy difícil falsificar visas de EE.UU.", aseguró Toner, señalando las varias características de seguridad, como la información biométrica, de los documentos legítimos.
Engañados
¿Cómo, entonces, pudieron caer tantos durante tanto tiempo?
Por pura vergüenza, sugirió el portavoz. "Tú no necesariamente vas a correr donde un policía y decir, 'Obtuve ilegalmente una visa a EE.UU. y, de paso, se ve horrible'".
Aún si se percataran de la trampa, la desesperación de muchos ghaneses por emigrar a EE.UU. a lo que creen es un país con mayores oportunidades es una fuerte motivación para aceptar documentos sospechosos, explicó la periodista ghanesa de la BBC Adelaide Arthur.
Además, el rechazo de una solicitud de visa legítima puede ser tan decepcionante que los potenciales viajeros muchas veces caen en manos de timadores con la promesa de una visa, añadió Arthur.
No obstante Mark Toner, del Departamento de Estado, recalcó que, hasta donde se tiene conocimiento, no han sorprendido a nadie intentando entrar a EE.UU. con uno de esos documentos falsos.
Las autoridades estadounidenses conocieron de la operación fraudulenta hace unos meses, dijo Toner, y la policía en Ghana actuó sobre esa información.
En noviembre realizaron redadas, incautaron 150 pasaportes de diez países y detuvieron a tres individuos. También se emitieron órdenes de arresto.
Sin embargo, varios sospechosos continúan prófugos y la investigación sigue activa.