Este domingo (16.10.2016), tras celebrar un consejo de ministros extraordinario y recibir aprobación para ello, el emir de Kuwait, Sabah al Ahmed al Sabah, emitió un decreto para disolver el Parlamento del país.
Según la agencia estatal KUNA, esa medida se debe a "las delicadas circunstancias regionales y los acontecimientos resultantes”, y allana el camino para la convocatoria a nuevas elecciones en un plazo de dos meses.
Según el artículo 107 de la Constitución kuwaití, el emir puede disolver la Asamblea ofreciendo un motivo para ello y ese motivo no puede repetirse para que se disuelva en otra ocasión.
Asimismo, la Carta Magna establece que las elecciones legislativas deben celebrarse en los dos meses posteriores a la disolución del Parlamento. La actual Cámara de cincuenta escaños fue elegida en julio de 2013, en medio del boicot de la oposición.
Estaba previsto que las elecciones para renovarla se celebraran en 2017. El presidente de la Cámara, Marzuq al Ghanem, declaró este sábado (15.10.2016) a la televisión local Al Rai que él y muchos diputados estaban de acuerdo con la moción de convocar a comicios anticipados.
Al Ghanem explicó que el próximo periodo será "excepcional” y "crucial”, pues el país se enfrentará a importantes desafíos de seguridad y económicos.
A juicio de Al Ghanem, los retos internos y externos no pueden ser enfrentados por el Parlamento "sin un equipo gubernamental nuevo”. "Considerando los muchos desafíos existentes, ¿cuál es el problema de volver a las urnas?”, se preguntó el presidente de la Cámara kuwaití, cuya disolución no es del todo inusual.
Las desavenencias en el denominado Consejo de la Nación y las crisis gubernamentales son una constante en este rico emirato petrolero, considerado el más democrático del golfo Pérsico.