Ejército Islámico se atribuye asesinato de activistas sirios en Turquía
El grupo terrorista Estado Islámico dijo en un video aún no verificado que fue autor del asesinato de dos activistas sirios que aparecieron decapitados el viernes en el sureste de Turquía.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) se atribuyó este lunes (2.11.2015) el asesinato de dos activistas sirios, Ibrahim Abdelqader y Fares Hamadi, que aparecieron decapitados el viernes pasado en su vivienda en la localidad de Sanliurfa, en el sureste de Turquía.
En la grabación, difundida en internet y cuya autenticidad no pudo ser comprobada, el EI solo muestra el cadáver degollado de Abdelqader, tendido en el suelo de una habitación, sin enseñar el momento de la decapitación, como suele hacer en sus vídeos. Los yihadistas tampoco exhiben el cuerpo de Hamadi en esta cinta, de casi dos minutos de duración.
La agencia de noticias turca Dogan informó hace tres días de que la policía de Turquía había encontrado los cuerpos decapitados de ambos en su casa en Sanliurfa. Abdelqader era el director ejecutivo del colectivo de activistas sirios "Eye on the Homeland" (Ojo sobre la patria), mientras que Hamadi era responsable de su departamento de producción.
El EI tomó partes del territorio de Siria e Irak
Abdelqader también era miembro de "Al Raqa está siendo Masacrada en Silencio", otro grupo de activistas que denuncia los abusos cometidos por los extremistas del EI en su feudo principal en Siria, la provincia de Al Raqa (noreste).
En el vídeo, el EI amenaza a los integrantes de "Al Raqa está siendo Masacrada en Silencio" y explica que Abdelqader y Hamadi, a quienes califica de "apóstatas" de esta organización, fueron asesinados "por recibir instrucciones de los cruzados contra el Estado Islámico, con lo que se les castigó con la decapitación".
La cinta amenaza "a todos los apóstatas" de que no estarán a salvo "del cuchillo del Estado Islámico": "Extenderemos nuestras manos hasta vosotros y después cortaremos vuestros cuellos". El EI, de tendencia radical suní, proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde ha tomado amplias partes del territorio.