El 16 de noviembre, John Allen Chau murió al intentar contactarse con una tribu de cazadores y recolectores localizada en una isla del archipiélago indio de Andamán.
El joven misionero intentaba introducir el cristianismo en esta comunidad hostil con el mundo moderno, ingresando de manera ilegal a la isla gracias a unos pescadores que lo transportaron y que vieron la trágica muerte de Allen Chau producto de numerosas flechas que lo interceptaron.
Las autoridades de India no han tratado de ingresar al archipiélago para interrogar a los habitantes, pues cualquier contacto que se ha intentado mantener con la tribu en ocasiones anteriores ha terminado en hostilidades y rechazo violento hacia los visitantes, señala Infobae.
Especialistas en derechos indígenas dicen que no se presentarán cargos de homicidio en contra de la tribu y que el cuerpo de Chau deberá permanecer en la isla para proteger la última tribu prenolítica conocida.
El mismo medio señala que mientras tanto, la polícia se está trabajando con antropólogos y expertos en derechos tribales para coordinar la mejor forma de establecer contacto con los habitantes de la isla y traer el cuerpo del misionero.