Jaime Osuna, un asesino convicto, fue acusado de haber decapitado a su compañero de celda, Luis Romero, y luego descuartizarlo.
Osuna se encontraba cumpliendo condena en la prisión estatal de Corcoran de California en Estados Unidos.
La cruda escena ocurrió a principios de marzo, cuando el cuerpo de Romero fue descubierto al interior de la celda, decapitado y con varias partes de su cuerpo cortadas.
Entre ellas, un ojo y un dedo. Para esto, el presunto autor del asesinato habría usado un objeto metálico afilado, el cual estaba envuelto en una cuerda y atado a un mango.
Según consigna RT, el fiscal del condado de Kings, Phil Esbenshade, declaró que es "el caso más espantoso que he visto en términos de atrocidad".
Se cree, además, que la víctima "estuvo consciente durante una parte del tiempo", aseguró Esbanshade, quien añadió que murió desangrado por "múltiples traumatismos de fuerza aguda".
Osuna, de momento, se ha declarado inocente de los hechos. Pero se abrió una investigación al respecto y que de encontrarlo culpable, podría ser sentenciado a la pena de muerte.
Él ya cumple una cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, por el asesinato de Yvette Pena en 2011.