Ejército israelí dice que atacó el comando central de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut
El ejército israelí dijo el viernes que atacó el comando central de Hezbolá en el suburbio de Dahieh, en el sur de Beirut.
En una declaración televisada, el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, dijo que el centro de comando central estaba arraigado profundamente en áreas civiles.
Cómo es Líbano, el nuevo foco de la guerra librada por Israel
Una serie de potentes explosiones sacudieron Beirut el viernes y densas nubes de humo se elevaron sobre la ciudad, según testigos de Reuters, en lo que los medios de comunicación libaneses dijeron que eran una serie de ataques aéreos israelíes contra los suburbios del sur de la ciudad, controlados por Hezbolá.
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel había rechazado el jueves los llamados mundiales a un alto el fuego con el grupo Hezbolá, respaldado por Irán, mientras continuaron los ataques aéreos que han matado a cientos de personas en Líbano y que han hecho temer a una guerra regional.
La televisión Al-Manar de Hezbolá dijo que cuatro edificios habían sido destruidos en los suburbios del sur de la capital libanesa.
El ministro de Sanidad libanés, Firass Abiad, había dicho que el número de víctimas mortales en los ataques israelíes contra Líbano desde la madrugada del viernes ascendía a 25 personas, antes del reporte de los bombardeos en el sur de Beirut. Uno de los ataques anteriores mató a nueve miembros de una familia, entre ellos cuatro niños, en la ciudad fronteriza de Shebaa, dijo a Reuters el alcalde Mohammad Saab.
Más de 700 personas han muerto en Líbano en ataques israelíes desde el lunes, según el recuento oficial de víctimas.
"Las tiendas que había detrás de nosotros fueron alcanzadas", dijo Abdallah Tawfik Al-Hamid, un sirio de 13 años, en la cama de un hospital del sur de Líbano tras un ataque aéreo. "El joven que estaba conmigo fue martirizado (asesinado), y yo sigo vivo".
Hezbolá dijo haber lanzado cohetes el viernes a Kiryat Ata, cerca de la ciudad de Haifa, a unos 30 kilómetros de la frontera, y a la ciudad de Tiberíades, declarando que los ataques eran una respuesta a los de Israel contra pueblos, ciudades y civiles.
Aunque las defensas aéreas israelíes han derribado muchos de los cohetes de Hezbolá, limitando los daños, los ataques han desplazado a decenas de miles de personas y han paralizado la vida normal en gran parte del norte de Israel, a medida que más zonas caen en su punto de mira.
El ejército israelí dijo haber interceptado cuatro aviones no tripulados que cruzaron desde territorio libanés al espacio marítimo frente a la costa de Rosh Hanikra, en la frontera libanesa.
Amichai Susson, paramédico voluntario de 19 años en el norte de Israel, dijo que la semana pasada había sido "intensa", y añadió que "todavía no hay suficientes ambulancias para llegar a cada caída de cohetes, cada vez, lo más rápido posible."