Por AFP
Eike Batista, quien fuera el hombre más rico de Brasil, llegó esta mañana a Río de Janeiro, procedente de Nueva York, para enfrentar acusaciones de corrupción en el caso llamado Operación Lava Jato.
El empresario fue esperado por agentes al pie de la aeronave, quienes lo trasladaron de inmediato a un automóvil para dirigirse al Instituto Médico Legal para someterse a una revisión médica, según la televisión Globo News, que siguió el trayecto de la caravana policial desde un helicóptero.
La policía intentó detener a Batista el pasado jueves en su domicilio de Rio de Janeiro, pero el empresario no estaba allí.
Su abogado informó que se encontraba en Nueva York por trabajo y que regresaría a Brasil para entregarse, pero las autoridades brasileñas pidieron que fuera incluido en la lista roja de captura de Interpol.
"Estoy volviendo para responder a la justicia, como es mi deber (...) me estoy entregando", afirmó Batista en una entrevista realizada en la zona de embarque del aeropuerto JFK de Nueva York.
"Me estoy entregando", es la hora "de ayudar a pasar las cosas en limpio", agregó el magnate.
Batista, de 60 años, es sospechoso de haber lavado millones de dólares en una trama de corrupción que también involucra al exgobernador de Rio de Janeiro Sergio Cabral (2007-2014), ya preso.
Las investigaciones indican que el empresario petrolero, que fue el hombre más rico de Brasil y en 2012 fue considerado por la revista Forbes como la séptima persona más rica del mundo, pagó sobornos a Cabral por 16,5 millones de dólares en 2010.