Estados Unidos se acerca a los 500.000 muertos por COVID-19
Estados Unidos se prepara para superar la barrera de los 500.000 muertos por coronavirus, mientras la campaña de vacunación ofrece una luz de esperanza.
"Es terrible, es horrible", reaccionó el domingo el inmunólogo Anthony Fauci, consejero de Joe Biden.
"No vimos nada parecido desde hace 100 años, desde la pandemia de 1918", dijo en CNN. "Es algo que quedará en la Historia. En décadas, las personas todavía hablarán de este momento en el que tanta gente murió".
Según cifras de la universidad Johns Hopkins, la cifra de muertos superaba las 498.786 personas hacia las 00H00 GMT del lunes. El primer fallecido por COVID-19 en Estados Unidos fue anunciado hace un año, el 29 de febrero de 2020.
Los muertos por la pandemia se han multiplicado en las últimas semanas en Estados Unidos. Pasaron tres meses desde el primer deceso por el coronavirus, el 29 de febrero, hasta que se sobrepasó la barrera de 100.000 fallecidos.
El país superó en enero la cifra de 400.000 fallecidos, en vísperas de la asunción de Joe Biden, que hizo de la lucha contra la pandemia su prioridad absoluta.
Amargura
"¡500.000! Son 70.000 (personas) más que todos los estadounidenses muertos durante la Segunda Guerra Mundial, en un período de cuatro años", lamentó el viernes el presidente Joe Biden. "Toda esta amargura... toda esta pena... todo este dolor", remató.
En un discurso en una fábrica de vacunas de Pfizer en Kalamazoo, Michigan, el cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos destacó que el ritmo de vacunación da algo de esperanza.
"Creo que nos acercaremos a la normalidad de aquí a final de este año. Si dios quiere, esta Navidad será diferente de la anterior", sostuvo.
Con una media de 1,7 millones de vacunas inoculadas cada día, cifra que debería aumentar en las próximas semanas, Biden se mostró confiado en alcanzar 600 millones de dosis -es decir vacunar a toda la población- para fines de julio.
"Desafío logístico"
Más de 61 millones de personas recibieron una de las dos vacunas autorizadas en Estados Unidos (Pfizer/BioNTech y Moderna), y 18 millones, las dos dosis requeridas.
Además, luego de un pico epidémico en enero, la media semanal de muertos y nuevos casos está en claro descenso, según datos del Covid Tracking Project.
La actual ola de frío polar y tormentas de nieve en el país frenaron la campaña de vacunación en todos los estados, dijo el viernes Andy Slavitt, consejero de la Casa Blanca contra el coronavirus.
La distribución de 6 millones de dosis se vio retrasada en los 50 estados del país, señaló.
"No hubo jamás, jamás, jamás un desafío logístico más grande que el que tratamos de completar, pero lo estamos logrando", esgrimió Biden.
En otras partes del mundo, donde se han administrado más de 205 millones de dosis de vacunas, los gobiernos también dependen de las inyecciones para hacer retroceder la pandemia.
En Australia, la campaña de inmunización está a punto de iniciarse: unas 60.000 dosis están listas para ser inyectadas esta semana entre trabajadores sanitarios, policías, empleados de hoteles en cuarentena o residentes de hogares de ancianos.
El lanzamiento se vio empañado, sin embargo, por las protestas contra las vacunas realizadas en algunas de las principales ciudades del país y por las reacciones hostiles expresadas el domingo por algunos espectadores en la final masculina del Abierto de Tenis.
Unas 20.000 dosis de Sputnik V, destinadas a equipos médicos, también llegaron el domingo al enclave palestino de Gaza desde Emiratos Árabes Unidos y a través de la frontera con Egipto.
Rusia, por su parte, comenzó a vacunar contra el coronavirus a las personas sin hogar en Moscú y San Petersburgo, informaron oenegés.
"Aquí hay muchas personas en riesgo, es importante para ellos ser vacunados", declaró a la AFP Taïssia Souvorova, responsable de la oenegé Notchlejka, que ayuda a los sin techo en San Petersburgo (noroeste).
En Israel, el país más avanzado en materia de vacunación, los centros comerciales y tiendas callejeras fueron reabiertos el domingo para toda la población, como parte del tercer desconfinamiento desde el inicio de la pandemia.
"¡Esperamos que esta vez sea la definitiva!", dijo Mordehai Nazarian, de 34 años, quien reabrió su zapatería en Tel Aviv después de varios meses de cierre.
"Esperamos a que llegue la gente, solo pedimos atenderlos", dijo este hombre enérgico, feliz de volver al trabajo.
En Europa, Alemania, parcialmente confinada desde noviembre, pidió precaución tras un aumento en las infecciones, justo antes de que reabran las las escuelas, este lunes.
"Vemos que las cifras están aumentando nuevamente. Es molesto y genera cierta incertidumbre. Por eso debemos seguir teniendo cuidado, haciendo pruebas y vacunando”, instó el ministro de Salud, Jens Spahn.
En Italia, son las variantes del virus y las reuniones del fin de semana, favorecidas por un clima particularmente benigno, los factores de mayor atención.
"Obviamente estoy preocupado. El resurgimiento de los contagios se debe en gran parte a la variante inglesa", dijo Massimo Galli, uno de los virólogos más eminentes del país, en una entrevista publicada el domingo por el diario romano Il Messaggero.
"Todos los datos apuntan en la dirección del aumento de casos", agregó.
La pandemia ha matado a más de 2,46 millones de personas en todo el mundo desde finales de diciembre sobre más de 111 millones de contagios confirmados, según un informe elaborado por la AFP el domingo hacia el mediodía.