Las autoridades sanitarias estadounidenses anunciaron este viernes que investigan 109 casos de un tipo de hepatitis grave en niños, cinco de los cuales murieron.
Estos casos de inflamación hepática grave también preocupan a Europa que ha detectado numerosos incidentes, mientras los científicos del mundo entero se activan para buscar su origen.
En Estados Unidos se han identificado en 25 estados y territorios del país en niños con un promedio de edad de apenas 2 años, dijo un alto cargo de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) en rueda de prensa.
Debido a su corta edad, la mayoría de los niños afectados no eran aptos para ser vacunados contra el covid-19.
"La vacunación contra el covid-19 no es la causa" de esta enfermedad, recalcó Jay Butler, subdirector para enfermedades infecciosas en los CDC, insistiendo en que quiere poner fin a los rumores que circulan en internet.
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Sin embargo no se descarta como posible causa la infección por covid-19.
La autoridad sanitaria privilegia no obstante la pista de un tipo de adenovirus, un virus bastante frecuente pero del que hasta ahora no se sabía que causara hepatitis en niños sanos.
Se ha confirmado que más de la mitad de los niños enfermos en Estados Unidos han dado positivo por el llamado adenovirus "tipo 41", hasta ahora más conocido por provocar gastroenteritis. Este adenovirus también fue detectado en numerosos niños afectados fuera de Estados Unidos.
Una de las hipótesis es que la reacción ante este adenovirus puede verse perturbada por otro factor, como la infección al covid-19 o factores medioambientales, como el contacto con animales o una toxina.
"Los investigadores de aquí y de todo el mundo trabajan duramente para determinar la causa", dijo Butler.