Una "nueva fase" en las relaciones entre EE.UU y la Unión Europea. Esto fue lo que prometió el mandatario Donald Trump tras sostener una reunión de trabajo con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Una cita que ocurre a solo dos semanas de la polémica visita de Trump a Bruselas, donde cuestionó el alza en el gasto militar de los países de la OTAN y calificó a la UE como "un enemigo por lo que nos hace en el comercio".
En medio de la escalada de declaraciones -donde Trump incluso llegó a calificar al bloque como "un gran abusador" en materia comercial- los países europeos enviaron a Juncker a la Casa Blanca a buscar un entendimiento y, con esto, evitar una guerra comercial.
Tratativas que, según el representante de la UE, tuvieron éxito, tras una cita donde quedó "cerrado un acuerdo" y que fue calificada de "productiva".
Hasta ahora lo que se sabe del acuerdo es que la UE aumentará de inmediato las compras de gas natural licuado y soja a EE.UU, del mismo modo que se buscará llegar a "cero tarifas" aduaneras, a excepción de los autos, detalló Trump.
Los dos líderes también dijeron que trabajarían en favor de aranceles "cero" sobre productos industriales, según Trump. Añadió que tratarían de "resolver" los aranceles de acero y aluminio que impuso a principios de este año y los derechos de represalia que la UE impuso en respuesta.
En un comunicado publicado por Juncker en su Twitter, declaró que "acordamos hoy, en primer lugar, trabajar juntos hacia cero aranceles, cero barreras no arancelarias y cero subsidios a los bienes industriales no automotrices. También trabajaremos para reducir las barreras y aumentar el comercio de servicios, productos químicos, productos farmacéuticos, productos médicos y soja".
Además, afirmó que "esto abrirá mercados para agricultores y trabajadores, aumentará la inversión y conducirá a una mayor prosperidad tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea. También hará que el comercio sea más justo y recíproco".
También acordaron fortalecer su cooperación estratégica con respecto a la energía, entablar un diálogo cercano sobre estándares para facilitar el comercio, reducir los obstáculos burocráticos y reducir los costos.
Otro acuerdo al que llegaron es el de "unir fuerzas para proteger mejor a las empresas estadounidenses y europeas de las prácticas desleales de comercio mundial", por lo tanto trabajarán "estrechamente" con socios afines para reformar la OMC y abordar prácticas comerciales desleales, incluido el robo de propiedad intelectual, la transferencia forzada de tecnología, los subsidios industriales, las distorsiones creadas por las empresas estatales y el exceso de capacidad.
La reunión entre Trump y Juncker en la Casa Blanca tiene lugar en un momento de tensión entre ambas partes tras las decisiones de Washington de elevar los derechos de aduana a los automóviles europeos.
Además de la otra guerra comercial que tiene Estados Unidos con China, donde el país asiático presentó un paquete de políticas para impulsar la demanda interna en tanto las tensiones comerciales amenazan con agravar la desaceleración económica del país, haciendo subir las acciones.
