Un hecho verdaderamente insólito se vivió en California del Sur, Estados Unidos. Kirby Evans, un hombre de 65 años que sobrevivió a un cáncer a la piel, fue expulsado de una cafetería debido a que estaba "asustando a los clientes".
Evans, quien perdió un ojo y su nariz por la nociva enfermedad, asegura que fue agarrado de su camisa y llevado a la oficina del local. En ese momento, la dueña le dijo que si quería comer ahí, debía tapar su rostro.
El hecho fue divulgado por la hija del hombre a través de redes sociales y causó de inmediato indignación por parte de los usuarios.
"Mi padre llegó a casa con lágrimas para contarme lo que le había sucedido" - narró Brandy Evans- "Fue discriminado por la forma en que él luce. El no puede evitar lo que el cáncer le hizo. Mi padre es el hombre más fuerte que conozco, pero apenas me contó lo sucedido y ver las lágrimas cayendo de su ojo, me lastimó demasiado", agregó, en una publicación de Facebook.
Tras conocido el hecho, el afectado ofreció una entrevista a la cadena ABC News, en la que aseguró que "las palabras que salieron de la dueña del local me hirieron profundamente".
Según señala, su situación económica le impidió realizarse una cirugía reconstructiva, además de que no puede usar un parche en la zona afectada debido a que quedó muy sensible.
Por su parte, la dueña del local defendió su actuar:
"Dirijo un negocio de servicio de comidas donde la gente come. No veo absolutamente nada malo en lo que hice. Él vino a la hora de almuerzo y se sentó en los puestos de comida justo en mi hora más ocupada".
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