Las autoridades del condado de Riverside (California, EE. UU.) anunciaron hoy (189.01.2018) que han presentado un total de 38 cargos contra David y Louise Turpin, la pareja que mantuvo secuestrados a sus 13 hijos en condiciones insalubres.
Los cargos formulados incluyen 12 por tortura, 12 por detención ilegal, 7 por abusos a un adulto dependiente, 6 por abuso de menores y 1 por acto lascivo sobre un menor, imputado a David Turpin. Si fueran declarados culpables de todos los cargos, la pareja podría afrontar hasta 94 años en prisión.
La pareja de acusados, por su parte, se declaró inocente de los cargos de tortura abuso y negligencia. "David y Louise Turpin declaran su inocencia en todos los cargos del caso de tortura de Perris", dijo la oficina del fiscal de distrito del condado de Riverside en su cuenta de Twitter.
"Parece un caso de depravación humana"
"Las víctimas eran atadas como una forma de castigo, primero con cuerdas y luego con cadenas", señaló Michael Hestrin, el fiscal de distrito de Riverside. "Muchas veces las víctimas no eran liberadas de las cadenas para ir al baño".
El fiscal reveló otros detalles, como que los padres compraban comida y dejaban que varios de sus hijos malnutridos la miraran, pero no la compartían con ellos. Uno de los niños, de 12 años, tenía el peso promedio de uno de siete años. "Estamos hablando de un abuso físico y emocional severo. Parece un caso de depravación humana", reconoció Hestrin.
La policía descubrió el lunes a los niños, algunos de ellos encadenados a sus camas, después de que una de las hijas, de 17 años, escapara de la vivienda en la ciudad de Perris, 115 kilómetros al sureste de Los Angeles, y llamara a la policía. Los hijos de la pareja, de entre dos y 29 años, fueron llevados a un centro médico y a un hospital para ser atendidos.