Las personas que han sobrevivido al ébola durante una epidemia pueden recaer y desencadenar brotes al menos cinco años después de la infección, sugiere una investigación.
"Demostramos claramente que, incluso después de casi cinco años (...), podrían surgir nuevas epidemias a través de la transmisión de humanos infectados durante una epidemia anterior", afirma un estudio publicado este miércoles en la revista Nature.
Los autores llegan a esta hipótesis tras analizar las muestras de virus tomadas de doce pacientes infectados durante la última epidemia, este año en Guinea.
Esta epidemia terminó en junio con un saldo de seis muertos. Una cifra baja si se toma en consideración que esta enfermedad es relativamente poco contagiosa pero muy mortal.
La epidemia de años antes fue mucho más mortífera, la peor de la historia del virus, con más de 11.000 muertos entre 2013 y 2016 en Guinea y en los países vecinos.
Sin embargo, en cinco años, el virus ha cambiado muy poco. Es la conclusión a la que llegan los investigadores de tres laboratorios (dos en Guinea y uno en Senegal) que secuenciaron los virus que originaron la epidemia de 2021; es decir realizaron un retrato detallado a partir de su genoma.
Es una sorpresa: cabría esperar que el virus hubiera mutado mucho más con los años.
¿Por qué? ¿Cómo aparecen las epidemias de esta enfermedad?
El virus circula entre algunas especies de murciélagos, que lo transmiten a otros animales como los monos. Éstos, a su vez, contagian a las personas.
La mayoría de los epidemiólogos consideran que así es como surgen las epidemias por el virus del Ébola. Pero el estudio publicado este miércoles lo pone en entredicho.
Si la epidemia de 2021 hubiera sido provocada por la transmisión de un animal al ser humano, entonces es probable que el virus fuera muy distinto al de 2013-2016.
En ese caso vendría de otra cepa que en la cadena de contagios (entre animales y después a los humanos) habría sufrido varias mutaciones.
Riesgo de estigma
Por lo tanto, los autores del estudio estiman que permaneció en el cuerpo de los pacientes infectados años antes. Se habría activado de nuevo, desencadenando así una epidemia.
No es una hipótesis completamente nueva. Ya se sabía que el virus puede permanecer en el organismo. Lo llamativo es que pueda causar una nueva enfermedad tanto tiempo después de la primera infección.
"Es un nuevo paradigma: la posibilidad de que un contagio a partir de un individuo infectado durante una epidemia anterior puede ser el punto de partida de un nuevo brote", explica a la AFP Alpha Keita, uno de los principales autores.
No hay pruebas absolutas de que este sea el caso, pero los datos publicados el miércoles se inclinan hacia esa dirección. Algunos investigadores que no participaron en el estudio también lo piensan.
El virus infantil que aumentó de manera inesperada durante la pandemia de coronavirus
Son "resultados impresionantes e importantes", estima Trudie Lang, especialista en salud global de la Universidad de Oxford, contactada por la AFP a través del Science Media Center británico.
"Esta nueva epidemia parece haber sido una reaparición de la anterior y no una nueva", sostiene.
Pero quedan "muchas incertidumbres", matiza. "¿Qué es lo que provoca que la infección latente se convierta en una infección en toda regla y cómo hay que gestionar estos casos?"
La hipótesis de un virus latente en algunos supervivientes tiene repercusiones en salud pública, puesto que los antiguos pacientes necesitarán seguimiento.
Y los autores del estudio y otros investigadores temen que los supervivientes vivan con el estigma de individuos peligrosos.