Anders Holch Povlsen, dueño de ASOS, por fin pudo dar sepultura en Dinamarca a sus tres hijos que murieron en uno de los atentados explosivos en hoteles de lujo e iglesias ocurridos en Sri Lanka durante el fin de semana de Pascua de Resurrección.
Alfred, Alma y Agnes, los tres menores de edad, fallecieron en los ataques que dejaron al menos 253 fallecidos, y que el grupo yihadista Estado Islámico se adjudicó.
Durante la ceremonia participaron los príncipes herederos daneses además de la única hija del matrimonio que sobrevivió a la masacre, quien lideró los homenajes lanzando globos de colores en recuerdo de sus tres hermanos asesinados.
La familia envió un mensaje de agradecimiento a todos quienes expresaron su cariño y señalaron que "la perdida de nuestros amados hijos es completamente incomprensible".
Además, en la misiva, agregaron que "con las personas tan encantadoras que tenemos a nuestro alrededor, amigos cercanos, colegas talentosos y nuestra familia amorasa, nos uniremos para intentar superar esto. Apreciamos enormemente vuestra humanidad".
El empresario se encontraba junto a su familia de vacaciones de Semana Santa en el exclusivo hotel Shangri La de Sri Lanka cuando uno de los suicidas atacó el recinto.