AFP
Costa Rica inició este lunes tres días de duelo nacional por los 10 muertos y miles de damnificados que dejó el huracán Otto la semana pasada, mientras el país intenta recuperar la normalidad en medio de la devastación, informaron las autoridades.
El Presidente Luis Guillermo Solís participó en una breve ceremonia en la sede de la Comisión Nacional de Emergencias de la capital en la que la bandera fue levantada a media asta en señal de duelo.
El número de muertos subió a 10, luego de que el domingo fue identificada una nueva víctima, mientras numerosas personas permanecen desaparecidas, aunque las autoridades no han precisado la cantidad.
Solís destacó que una leve mejora en el tiempo permitió reducir o levantar la alerta en la mayor parte del país, con lo cual muchas personas pudieron regresar a sus casas.
"La nueva condición meteorológica nos permite reducir significativamente el número de alertas en el país", dijo Solís en conferencia de prensa. "Eso permite que las familias retornen a sus hogares" y que más escuelas reanuden sus tareas, agregó.
No obstante, muchas viviendas resultaron destruídas en deslaves y desbordes de ríos, por lo que 5.563 personas permanecen en los 52 albergues establecidos por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), detalló el presidente de esa entidad, Iván Brenes.
Muchos de los albergues han tenido brotes de diarrea que obligaron la intervención de personal de salud.
Pese a la mejora del clima, persisten las lluvias en el Caribe y el Pacífico central y sur, por lo que continúa la amenaza de más precipitaciones en las próximas horas, anticipó Juan Carlos Fallas, del Instituto Meteorológico Nacional.
Según el gobierno, 449 comunidades resultaron con viviendas, caminos, centros educativos, tendido eléctrico o cultivos afectados, y se emprendieron trabajos de recuperación urgente en 2.778 carreteras y puentes, según la CNE.
Las autoridades reclamaron que muchas personas realizaron el fin de semana un "turismo de morbo" al entrar a las comunidades norteñas devastadas por el huracán para ver la destrucción y tomar fotos, lo que generó problemas de tránsito. Solís pidió evitar visitar estas comunidades.
Otto azotó el norte de Costa Rica y sur de Nicaragua entre jueves y viernes, dejando una ola de destrucción con casas aplastadas, árboles derribados y ríos desbordados.