Reducido a escombros, en las últimas semanas ocurrió la caída del que fuera bastión de la rebelión contra el gobierno de Bashar al Asad.
Miles de personas son evacuadas del enclave que todavía controlaban los rebeldes, en la parte oriental de la ciudad.
Diferentes fuentes calculan que unas 50.000 personas quedan en Alepo. De los que unos 4.000 son combatientes rebeldes y otros 10.000 sus familiares.
La operación para sacar a todos los civiles, según la Cruz Roja Internacional, tomará varios días.
Y aunque Turquía anunció que se está preparando para la llegada de parte de los evacuados, la mayoría está siendo dirigida a Idlib, a unos 50 kilómetros de Alepo y bajo control de rebeldes islamistas.
Incidentes
Después de varios fallidos acuerdos de alto el fuego para organizar un corredor para la evacuación, finalmente se pudo poner en marcha.
El Centro Ruso para la Reconciliación de los Bandos Opuestos en Siria, dependiente del Ministerio de Defensa de Rusia, dijo que las autoridades sirias garantizaban la seguridad de todos los rebeldes que decidieran dejar la ciudad.
Los primeros evacuados salieron en autobuses y ambulancias a través del distrito de Ramousseh, zona bajo control del gobierno del suroeste de la ciudad.
Una ambulancia denunció que recibió disparos y que tres personas resultaron heridas.
Activistas de los Cascos Blancos tuitearon que uno de sus voluntarios fue herido por el disparo de un francotirador mientras despejaba la ruta para las ambulancias.
Pero los incidentes parecieron casos aislados en la ruta rumbo a la provincia de Idlib.
Turquía se prepara
El gobierno de Turquía fue uno de los actores clave en la negociación del cese el fuego que permitió la evacuación.
El presidente, Recep Tayyip Erdogan, dijo que su país se está preparando para recibir a parte de los civiles.
Según Erdogan, Turquía acogerá a parte de los que se encuentran en situación más vulnerable.
En una intervención televisada, el mandatario dijo que recibirán a "niños, ancianos y los que están en dificultades".
Erdogan criticó a la Unión Europea por considerar que estaba dejando a Turquía la carga de acoger a los refugiados sirios.
También se quejó de que la UE no avanza en las negociaciones sobre la libertad de visados para los turcos y por "dejar pasear libremente a terroristas fugados de Turquía".
"El próximo Alepo"
El director de la Luna Roja de Turquía, Kerem Kinik, aclaró que los heridos serán los primeros transferidos a ese país.
Pero el grueso de los evacuados está siendo transportado hacia la provincia de Idlib, casi toda bajo control de islamistas rebeldes y Jabhat Fateh al Sham, antes Al Nusra, grupo escindido de Al Qaeda.
En la zona están los cruces fronterizos que usan los rebeldes para recibir suministros desde Turquía.
También rodea la provincia de Latakia, el corazón de la minoría alauita, la misma a la que pertenece el presidente Al Asad.
Cuando en octubre pasado el presidente Al Asad dijo que su victoria en Alepo serviría para impulsar la "liberación de otras áreas de los terroristas", aprovechó para referirse específicamente a Idlib.
Y aseguró que lo que se proponía era obligar a los rebeldes a replegarse a Turquía o matarlos.
"No hay otra opción", dijo.
Según Staffan de Mistura, el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, si no hay un acuerdo para un alto el fuego duradero, Idlib tampoco va a resultar más seguro que Alepo.
"Si no hay un acuerpo político y una tregua, Idlib se va convertir en el próximo Alepo", dijo desde París.