Hablar sobre la represión en la época estalinista en las clases de historia puede perjudicar la salud de los alumnos. Así lo decidieron las autoridades rusas en la ciudad de Perm, cerca de los montes Urales. La disputa se desató por un libro de historia de Andrei Suslov, profesor de historia y humanidades en la Universidad Pedagógica de Perm. La autoridad supervisora en el campo de las comunicaciones (Roskomnadzor) había calificado el libro de Suslov como "perjudicial para la salud de los niños".
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En entrevista con DW, Suslov cuenta que había escrito el libro junto con un colega. Fue publicado por el "Centro de Educación Cívica y Derechos Humanos", una organización rusa sin fines de lucro. "El libro está dirigido a estudiantes de grado superior y puede ser usado también fuera de los colegios. Ayuda a los maestros a tener una visión de la historia del estalinismo y sus consecuencias", dice Suslov. En el libro se recomienda, por ejemplo, hacer excursiones a los sitios relacionados con la opresión política".
"Lavado de cerebro en interés de los patrocinadores extranjeros"
Cuando se presentó el libro, el ministerio de Educación de la región de Perm lo recomendó en su página web. Sin embargo, poco después del veredicto de la autoridad supervisora, dicha recomendación desapareció inmediatamente de la red. Además, el fiscal exigió que el libro solo se venda a mayores de 18 años. Suslov y el Centro presentaron ahora recurso contra dicha autoridad supervisora ante el tribunal en Perm.
Suslov sostiene que los activistas del movimiento estalinista "Sut vremeni" habían protestado vehementemente contra el libro y que ellos son los responsables del cambio de actitud. Pawel Gurjanow, de la sección local del movimiento "Sut vremeni" en Perm, apoya la decisión de la autoridad supervisora en entrevista con DW: "El trabajo del Centro de Educación Cívica y Derechos Humanos en materiales de enseñanza solo es una cubierta para el lavado de cerebro ideológico y político en interés de sus patrocinadores extranjeros".
Activistas de derechos humanos critican a las autoridades
Aleksandr Werchowskij, jefe del Centro de Derechos Humanos "Sowa" de Moscú, comenta a DW: "Me parece incomprensible por qué la autoridad supervisora se metió en este asunto. Ese órgano solo es responsable de la regulación de los medios de comunicación. Esta cuestión pertenece al ámbito de la educación y sólo el ministerio de Educación de Perm tendrá que decidir", dijo Werchowskij
Claro que hay libros que dañan a los niños, subraya Irina Schtscherbakowa, de la organización internacional de derechos humanos "Memorial". Pero eso no se puede decir de los libros de enseñanza de Suslov. "Dañinos son los libros que difunden mitos ideológicos y simplemente mentiras", dice en entrevista con DW. Según ella, intentar de blanquear la época de Stalin es muy peligroso. Con ello se daría la impresión de que la violencia contra personas de otra opinión es legítima.