Sindicado por muchos filipinos como ingenuo, el diputado Gary Alejano, es el primer parlamentario de Filipinas que se atreva a solicitar la inhabilitación del presidente Rodrigo Duterte. Ingenuo porque a pesar de lo cuestionable de se actuar en casos como la guerra contra las drogas, el mandatario cuenta prácticamente con todo el respaldo del poder legislativo.
La acusación presentada por Alejano se centra en la supuesta implicación de Duterte en asesinatos y otros crímenes. El documento, mostrado a los medios por el congresista opositor tras presentarlo en la Cámara Baja, exige la destitución por "violación culpable de la Constitución, traición de la confianza pública, sobornos y otros crímenes".
Las supuestas acciones delictivas estarían relacionadas con los "escuadrones de la muerte" de Davao, cuando Duterte era alcalde de esta localidad, así como las más de 7.000 muertes que ha dejado la polémica "guerra contra las drogas" a nivel nacional.
Después de la presentación del documento, el procurador general del Estado, José Calida, dijo que la acusación "se desplomará como un avión sin timón comandado por pilotos ingenuos". 267 de los 292 miembros del Parlamento son aliados de Duterte, por lo que la acusación no tiene futuro. Sin embargo, la solicitud llegará al presidente de la Cámara y él la remitirá a un comité para que decida si hay fundamento para llevarla al orden del día en el hemiciclo, algo que en todo caso sucedería en mayo tras finalizar el actual receso y reanudarse las sesiones de la Cámara.
