Un hombre sospechoso de traficar animales salvajes, que tenía en su posesión de manera ilegal un cachorro de tigre blanco, marsupiales, serpientes y varias boas pitón, fue detenido el miércoles en Brignoles, en el sureste de Francia, informó este sábado una fuente policial.
Investigadores de la Oficina Central de Lucha contra Daños al Medioambiente (CLAESP) fueron informados a fines de abril sobre una estafa vinculada a la venta ilegal de lemúridos, y pudieron seguir la pista del individuo, según la Gendarmería nacional.
El detenido había "obtenido 17.000 euros (unos 19.000 dólares), pero sin entregar a los pequeños primates oriundos de Madagascar al comprador", según la fuente.
Las fuerzas de seguridad allanaron su vivienda, donde encontraron un cachorro de tigre blanco, una especie rara y protegida. Y, en una operación simultánea en el domicilio de su madre, en el noreste del país, se pudieron rescatar cuatro zarigüeyas voladoras (pequeños marsupiales procedentes de Australia), nueve serpientes y dos boas pitón "real" o "bola".
Tras comparecer ante el juez, el sospechoso fue condenado inicialmente a ocho meses de cárcel por una estafa anterior.
El tráfico ilegal de animales salvajes en Francia está penalizado con un año de cárcel y una multa de 15.000 euros.
El cachorro de tigre blanco, ahora bautizado Hermes, fue llevado al zoológico de Barben, en el sureste de Francia.
Los tigres blancos no son una especie aparte, sino fruto de una mutación genética, en muchos caso por consaguinidad entre felinos criados en cautiverio.