AFP
La policía española detuvo a dos marroquíes acusados de formar parte del aparato de captación del grupo Estado Islámico (EI), que estaban dispuestos a atentar, indicó este sábado el ministerio del Interior.
Los dos sospechosos, que fueron detenidos en Madrid y en Roda de Ter, en la provincia de Barcelona, se habían unido al grupo yihadista de forma voluntaria y "actuaban como células terroristas individuales, descentralizadas y preactivadas para la comisión de actos terroristas en España", según el ministerio.
Su labor se centraba en el "reclutamiento de jóvenes musulmanes, con el fin último de conformar un 'ejército de seguidores' invisible al control policial", añadió.
Un portavoz de la policía no pudo, sin embargo, confirmar si los detenidos habían logrado reclutar a algún yihadista.
Los arrestados también "realizaban labores propagandísticas y de ensalzamiento de las victorias militares y logros de Dáesh (acrónimo del EI en árabe), todo ello presentado mediante un formato visual atractivo para captar el mayor número de seguidores", precisó el ministerio.
"Su radicalización había evolucionado hasta el extremo de ofrecerse a Dáesh como 'mártires', con total disponibilidad para actuar en cualquier momento, lugar y situación", agregó.
España convirtió la prevención en un elemento clave de su estrategia contra el yihadismo. En 2015 se aprobó una ley que permite a las autoridades detener a las personas que consulten de forma habitual páginas yihadistas.
Según Interior, las fuerzas de seguridad detuvieron a 163 presuntos yihadistas desde 2015, cuando España elevó su nivel de alerta antiterrorista a cuatro (sobre cinco).
Al contrario de Francia y Bélgica, España no está tan expuesta al regreso de ciudadanos que hicieron la yihad en el extranjero y planean cometer atentados en su país de origen.
Se calcula que unos 200 españoles viajaron al extranjero para luchar en las filas yihadistas, una cifra muy inferior a los miles de combatientes de Francia y Bélgica.