Las ramificaciones de la red terrorista que operaba en Bélgica y Francia se vuelven cada vez más visibles. ¿Quiénes perpetraron los atentados? ¿Quién construyó las bombas? ¿Quiénes colaboraron?
El puzle comienza a armarse. Cada allanamiento de viviendas, cada detención realizada en Bruselas, París, Italia u Holanda aporta nuevos datos y pistas. Este es un recuento de lo que se sabe y lo que aún es una incógnita.
Los terroristas
Los atentados en el aeropuerto y la estación de Metro de Bruselas fueron perpetrados por cuatro hombres de nacionalidad belga, con raíces extranjeras. Dos de ellos murieron al hacer estallar explosivos en el aeropuerto. Un tercer terrorista que a todas luces los acompañaba se encuentra prófugo. La policía ha dado a conocer grabaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto, que muestran a un hombre con sombrero, anteojos y chaqueta blanca. Los terroristas suicidas fueron identificados como Najim Laachraoui e Ibrahim El Bakraoui. El cuatro individuo, que se dinamitó en el Metro, era Kalid El Bakraoui, hermano de Ibrahim.
Estos hermanos estaban en contacto con Salah Abdelsalam, el único terrorista sobreviviente de los atentados del 13 de noviembre en París. Abdelsalam fue detenido en Bruselas, antes de los atentados que sacudieron a la capital belga. Previamente la policía había dado muerte en Bruselas al argelino Mohamed Balkaid, quien presuntamente fue uno de los cerebros de la red terrorista.
Estrecho nexo entre París y Bruselas
Najim Laachraoui tuvo un papel importante tanto en los atentados de París como en los de Bruselas. Presuntamente fabricó los cinturones con explosivos usados en París y las bombas que estallaron en la capital belga. Huellas de su ADN fueron encontradas en los lugares en que se hicieron los artefactos. Laachraoui y Abdelsalam tenían contacto con el hombre que, según se estima, planeó los atentados de París: Abdelhamid Abaaoud, quien fue abatido el 18 de noviembre de 2015 en una redada policial en París.
Búsqueda de los cómplices
Los efectivos policiales belgas y franceses han detenido a una serie de sospechosos. Poco después de los atentados de Bruselas, la policía gala logró impedir otro ataque en París, según informaciones que ella misma proporcionó. El jueves detuvo en un suburbio de París a Reda Kriket, quien presuntamente había tenido contacto con Abdelhamid Abaaoud. En su vivienda se hallaron armas y explosivos del tipo TATP, el mismo que se utilizó en Bruselas. Kriket, de nacionalidad francesa, había vivido también en la capital belga.
La policía de Rotterdam, por su parte, detuvo a un francés de origen argelino que habría pertenecido a la misma célula que Reda Kriket. El grupo incluiría también a otro hombre que fue reducido por la policía el jueves en Bruselas.
Orígenes compartidos
Abaaoud y Abdelsalan provienen de Molenbeek y eran amigos desde su juventud. Ambos acudieron a combatir como yihadistas en Siria, país en el que estuvieron también varios otros de los extremistas ya mencionados. Por lo menos dos de los 9 hombres que sembraron la muerte en París regresaron por la “ruta de los Balcanes”, haciéndose pasar por refugiados. La mayoría de los terroristas eran o son belgas y franceses, de ascendencia magrebí.
Por lo que se sabe hasta ahora, esta red terrorista constaba de entre 40 y 50 personas, según Claude Moniquet, experto en la materia. Entretanto, cerca de la mitad de estos hombres ha muerto. Entre 10 y 15 se encuentran detenidos. Y por lo menos dos están prófugos. No se sabe, sin embargo, cuántos individuos actúan todavía en las sombras, reclutando yihadistas y formando nuevas células.
