Un nuevo hallazgo enarbola los misterios de las pirámides de Yucatán, en México.
Un grupo de investigadores de aquel país descubrieron que la pirámide maya de Kukulkán fue construida sobre un río subterráneo o cenote que, además, se encuentra a un costado de la pirámide de Chichén Itzá.
El estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto de Antropología e Historia (INAH) confirma que "hay un cuerpo de agua que de norte a sur mide alrededor de 20 ó 25 metros y en su parte más alargada 30".
El descubrimiento fue posible gracias a una tomografía eléctrica tridimensional, que iluminó el subsuelo de la pirámide.
Se cree que la construcción fue edificada a propósito en ese lugar, ya que los cenotes tenían un carácter sagrado para su cultura.
Asimismo, el arqueólogo Guillermo de Anda expresó a la publicación mexicana El Economista que "la noticia es un gran descubrimiento porque confirma muchas de nuestras hipótesis: que los mayas querían representar su universo con estas construcciones".
Lo anterior, porque la pirámide se levantaría de forma equidistante entre cuatro ríos subterráneos, en los cuatro puntos cardinales. Este cenote, en tanto, sería el quinto, "el punto donde crecía la ceiba sagrada, cuyas raíces llegaban al inframundo y sus ramas a los cuatro puntos cardinales", añadió de Anda.