El pasado 1 de agosto arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología (INAH) de México descubrieron un recinto donde los mayas empleaban las cenizas de sus líderes para elaborar pelotas de hule. Esto fue explicado en un estudio por el investigador Juan Yandeun Angulo.
Según detallaron los científicos en su estudio, citado por TV Azteca, las cenizas sirvieron para la elaboración de bolas de hule que más tarde se usaban en la cancha del juego “Tlachtli”, que fue conocido como el "juego de la pelota mesoamericano".
Este deporte de los pueblos precolombinos solía ayudar a resolver conflictos internos o externos, sin recurrir a la guerra.
Los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología creen que la práctica del juego de pelota además representaba algún tipo de culto a la fertilidad, mientras que el traslado del balón a través del campo de juego simboliza el movimiento del sol o la luna en el cielo.
El lugar donde se transformaba las cenizas en pelotas habría sido el llamado Templo del Sol, una cripta de ocho metros de profundidad donde además de cenizas de cuerpos humanos, se hallaron restos de carbón, goma y raíces. Todo tendría una antiguedad de 1.300 años aproximadamente.