Los 582 habitantes de la aldea de Kalachi llegaron a pensar que estaban malditos. Durante cinco años miraron con desconfianza el cielo, el aire, el agua que bebían… Incluso sospecharon del vodka.
Y es que una extraña enfermedad empezó a apoderarse de ellos: sin motivo aparente, caían dormidos de una forma fulminante. Podían pasar así varios días.
Al menos 120 vecinos se han visto afectados. Los primeros casos se produjeron en 2010, pero se intensificaron a partir de 2013. Las afecciones venían en oleadas: seis niños se durmieron en septiembre del año pasado y en el último invierno, 60 personas.
El sueño llegaba repentinamente, de una forma invencible. "Iba conduciendo mi motocicleta el 28 de agosto y de repente me quedé dormido", le confesó un aldeano al medio EurasiaNet.org. Despertó el 2 de septiembre. Como con el resto de habitantes, los médicos no supieron decir qué le pasaba.
Pero el misterio de esta aldea del norte de Kazajistan ha quedado ahora descubierto: una combinación de monóxido de carbono y de partículas de hidrocarburos en la atmosfera es la responsable.
Después de haber efectuado un examen médico a todos los habitantes, hemos recibido la confirmación de los laboratorios (…), la causa principal es el monóxido de carbono;, explicó el viceprimer ministro Berdybeck Saparbayev en una rueda de prensa.
Cuando el monóxido de carbono (CO) y los niveles de hidrocarburos (CH) aumentan, el oxígeno baja y produce estos desmayos, aseguró.
Minas de uranio
El rompecabezas estaba en que las mediciones de estos componentes eran normales, según explicó Sergey Lukashenko, uno de los científicos responsables de la investigación, al diario del país The Astana Times.
Lo interesante es que la enfermedad del sueño se manifiesta sólo con la combinación de falta de oxígeno y un exceso de CO y CH", cuenta el que es director del Centro Nuclear de Kazajistán.
Algo que en Kalachi sólo se producía bajo determinadas condiciones atmosféricas. "Cada uno de estos tres componentes por separado se encontraban dentro del nivel normal y ninguno de ellos parecía causar sospechas; por lo tanto, durante mucho tiempo no pudimos averiguar la verdadera causa", asegura.
El científico asegura que el origen de esta contaminación está en Krasnogorsk, un pueblo fantasma cercano a la localidad, donde hay una gran mina de uranio.
Pero la mina lleva cerrada desde la caída de la Unión Soviética… ¿cómo puede ser el origen de estas somnolencias profundas?
La explicación es que ni el uranio ni ninguna radiación asociada a éste tienen la culpa, según Lukashenko.
"El uranio no tiene nada que ver con eso. Se utilizaron un montón de estructuras de madera cuando la mina estaba en funcionamiento. Después de la mina se cerró y se llenó de agua, y cuando la madera entra contacto con el agua se produce monóxido de carbono", sostiene.
Un monóxido de carbono que comenzó a filtrarse poco a poco a la superficie.
Las familias de esta aldea han comenzado a ser evacuadas por el gobierno.
Parece, pues, que termina aquí la leyenda de un pueblo que había comenzado a ser conocido en el país como "Sleepy Hollow" (algo así como agujero soñoliento), en un guiño al clásico cuento de terror.