Los buzos artificieros de la marina polaca inician este lunes una operación inédita de "desactivación" de una de las mayores bombas de la II Guerra Mundial descubierta en el fondo de un canal de navegación en Swinoujscie, en la orilla del Báltico.
Lanzada por un avión británico en abril de 1945 durante un ataque contra un destructor alemán, el enorme artefacto de más de cinco toneladas, conocido como Tallboy y capaz de provocar un minitemblor de tierra, fue localizado el año pasado durante el dragado de esta vía de acceso al puerto de Szczecin, en los confines del noroeste de Polonia.
"Es una primicia mundial. Nadie ha neutralizado nunca una Tallboy tan bien conservada, que yace en el fondo del agua", declaró a la AFP Grzegorz Lewandowski, el portavoz de la 8ª flotilla de defensa costera polaca, estacionado en Swinoujscie.
Unos 750 habitantes de la zona de seguridad en un radio de 2,5 km han sido conminados a salir de sus domicilios durante la operación de gran riesgo que puede prolongarse cinco días, según la marina.
Durante la operación, la circulación y el tráfico marítimo se suspenderán en esta ciudad portuaria y fronteriza con 40.000 habitantes diseminados en 44 islas, informa Jaroslaw Jaz del departamento de gestión de crisis cerca de la alcaldía.
- Destrucción por "deflagración" -
"Los dos o tres primeros días se harán los preparativos: nuestros buzos artificieros rascarán en torno a la bomba enterrada en el lecho del canal, a 12 metros de profundidad. Solo aparece la nariz", explica a la AFP Lewandowski.
"Es muy delicado. El artefacto no debe moverse, no se puede permitir ningún impacto porque la más mínima vibración amenaza con activar la explosión", precisa.
Con el fin de garantizar la seguridad de los artificieros y de los habitantes, así como las infraestructuras que rodean al lugar, los artificieros han excluido el método tradicional de detonación, el más frecuente y el más violento.
"La zona de seguridad en el agua es de 16 km" para esta bomba de más de 6 metros de largo cargada con 2,4 toneladas de explosivos cuya potencia equivale a 3,6 toneladas de TNT, según el portavoz.
Por ello, los artificieros han optado por la "combustión de la carga explosiva a una temperatura por debajo del umbral de la deflagración", explica Lewandowski.
Esto consiste en instalar en el cuerpo del artefacto un dispositivo activado a distancia que tendrá como objetivo perforar la carcasa de la bomba e iniciar la combustión.
Los artilleros de Swinoujscie aplican habitualmente este método desde hace cinco años para las bombas de menor potencia encontradas en los alrededores del canal, un lugar de intensos bombardeos durante la II Guerra Mundial.