La campeona de baloncesto estadounidense Brittney Griner, condenada en Rusia a nueve años de prisión, está siendo trasladada a una colonia penitenciaria no identificada, informaron este miércoles sus abogados, un viaje en régimen de incomunicación que puede durar mucho tiempo.
La deportista, de 32 años, fue condenada en agosto por "tráfico de drogas". Sus partidarios denuncian una decisión infundada y política en pleno conflicto en Ucrania, con vistas a un posible intercambio de prisioneros entre Moscú y Washington.
En un comunicado, sus abogados indicaron que Griner había abandonado su centro de detención preventiva cerca de Moscú el 4 de noviembre y que ahora estaba "en camino a una colonia penal".
En Rusia, estos traslados, a menudo a lugares aislados, pueden durar varios días, a veces incluso semanas. Normalmente los presos viajan en trenes especiales a través del vasto territorio ruso, parando en diferentes prisiones, sin posibilidad de comunicación.
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Los familiares de los detenidos no suelen ser informados del lugar de detención hasta que llegan a su destino final. Los abogados de Griner no tienen "ninguna información sobre su paradero exacto".
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a Moscú que "mejore el trato y las condiciones que puede verse obligada a soportar" en la colonia, indicó la portavoz de la Casa Blanca, Karin Jean Pierre.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, describió su traslado como "otra injusticia que se suma a su detención injusta".
Oferta significativa de EE.UU.
Griner fue detenida en febrero en un aeropuerto de Moscú en posesión de un vaporizador que contenía un líquido a base de cannabis. Admitió el delito, pero afirmó que había traído por error la sustancia, que utiliza legalmente en Estados Unidos como analgésico.
El tribunal ruso no se mostró indulgente y la condenó en agosto a nueve años de prisión.
La estrella del baloncesto femenino solía ir a Rusia a jugar durante la temporada baja en su país, una práctica habitual para las basquetbolistas de la liga femenina de baloncesto estadounidense, que suelen ganarse mejor la vida en el extranjero que en Estados Unidos.
Durante el juicio, su equipo de la ciudad rusa de Ekaterimburgo abogó ella, pero sin éxito. El 25 de octubre su recurso fue rechazado, allanando el camino para su traslado a una colonia penal.
El caso de la deportista cobró importancia geopolítica en el contexto de la crisis entre Moscú y Washington por la ofensiva en Ucrania. Otros ciudadanos estadounidenses están encarcelados en Rusia y su gobierno también busca su liberación.
Estados Unidos indicó en repetidas ocasiones haber hecho una "oferta significativa" a Rusia para la liberación de Griner y de otro detenido estadounidense, el exmilitar Paul Whelan.
La familia de Whelan denuncia periódicamente sus condiciones de detención en una colonia en Mordovia. Afirman que se le priva deliberadamente del sueño y que no puede recibir la atención médica que necesita.
Hay informes regulares de torturas y violaciones masivas en las colonias penales rusas heredadas del sistema de campos de concentración soviético.
Según fuentes diplomáticas rusas, un posible intercambio de prisioneros podría implicar a Griner y a un traficante de armas ruso detenido en Estados Unidos, Viktor But, que cumple una condena de 25 años.