En total, 118 colmillos de elefante han sido decomisados en Ambam, sur de Camerún, un conocido centro de tráfico de marfil cerca de la frontera con Gabón y Guinea Ecuatorial, anunció el viernes a la AFP Jean-Claude Ekoube, portavoz de las aduanas camerunesas.
Este decomiso, que se eleva a 675 kilos, "es el más importante realizado en Camerún en cuanto a cantidad en cinco años", dijo.
El marfil, procedente de Gabón, fue transportado en una furgoneta de doble fondo, que también llevaba madera, según un reportaje de la televisión estatal camerunesa.
Su destino final era Asia, según la misma fuente.
"Cuatro traficantes, tres cameruneses y un gabonés fueron detenidos con el cargamento", precisó Ekoube.
En Gabón, pequeño país de África central, viven cerca del 60% de los elefantes de bosque que subsisten en África.
El comercio ilegal de marfil es la tercera forma de tráfico más rentable tras los estupefacientes y las armas.
El tráfico está alimentado por la fuerte demanda que hay en Asia y en Oriente Medio, donde se utilizan los colmillos de elefante en la medicina tradicional y en la ornamentación, pese a la moratoria decretada en 1989 sobre su comercio internacional.
El kilo puede valer en el mercado hasta 7.000 euros (casi 6.5 millones de pesos).