Taeko Kurosaki, madre de la estudiante Narumi Kurosaki, entregó su testimonio por primera vez en el marco del juicio contra el chileno Nicolás Zepeda por el asesinato de la joven, en Besancon, Francia.
"Me gustaría expresar mi gratitud y también mis disculpas por las molestias causadas por este caso, para todos aquellos que se tomaron la molestia de llevar adelante este caso por mi hija mayor", sostuvo en su primera intervención, la cual estuvo marcada por su emoción.
Según recogió France3, Taeko Kurosaki reconoció que "desde hace más de 5 años estoy psicológicamente destruida y tengo una gran desconfianza hacia los humanos".
"He abandonado todas mis actividades profesionales. Me aíslo. Por eso he perdido la facilidad de hablar. Puede ser que mi discurso sea largo, interrumpido por silencios. Les pido disculpa, les pido que tengan paciencia para escucharme", continuó.
Narumi, una hija ejemplar, en un infierno
"En todos los ámbitos sobresalió. Nunca se jactó de ello", sostuvo la madre de Narumi Kurosaki, quien desapareció en diciembre de 2016 y cuyo principal sospechoso es el chileno Nicolás Zepeda.
"Me gustaría contarles cronológicamente lo que pasó entre Narumi y el señor Zepeda (...) Narumi me decía que, a pesar de la separación, ella seguía siendo amiga de Nicolás, porque él tenía pocos amigos y, por eso, se mantuvo cerca de él".
El chileno había conocido a los familiares de Narumi en marzo de 2015, cuando sostuvieron una primera comida, en medio de la relación.
"El 15 de abril de 2016, el señor Zepeda regresó a Japón expresando que, absolutamente, tenía que volver a ver a Narumi (...) Le pregunté cuánto tiempo tenía la intención de permanecer en Japón. El señor Zepeda dijo en ese momento que no tenía necesidad de regresar a Chile y que quería encontrar trabajo en Japón", añadió Taeko.
"Consideró comprar un departamento en un área exclusiva de Tokio, nos quedamos atónitos, ya que es difícil vivir unos meses sin trabajo en Japón. Insinuó en un momento que la residencia de Las Condes en Chile estaba lista para la venta, así que imaginé que era de una familia muy rica", agregó.
"Lo recibimos cada vez con los brazos abiertos", complementó la madre de la víctima en torno a su relación con Zepeda.
Sobre el traslado de la joven a Francia, la madre afirmó que "Narumi tuvo muchas dificultades para preguntar cuándo Nicolás iba a salir de su departamento (...) Ella sabía que cada vez que le preguntaba, él se enfadaba y se negaba a hablar del tema".
"Hay hombres que se enfadan, que pierden la cabeza cuando se enfrentan a cosas que no toleran. Yo misma he tenido experiencias similares en el pasado (...) Narumi me dijo que no me preocupara".
Por septiembre de 2016, un mes antes de la ruptura oficial, Narumi ya había concretado su viaje a Francia, pero alertaba un "tormento" a raíz de los celos de Nicolás Zepeda, quien "ingresó a su cuenta de Facebook" para leer todos los intercambios de mensajes con sus cercanos.
Y, al respecto, manifestó que "sé que Zepeda ordenó la eliminación de cuentas de hombres del Facebook de Narumi y le prohibió salir con amigos hombres".
"Quiero separarme de él", dijo Narumi a su madre, y semanas después se concretó la ruptura.
"Estamos separados, fue demasiado pesado (...) Nico está desesperado, ha perdido la cabeza", le dijo Narumi a su madre a través de un mensaje, con fecha 28 de septiembre de 2016, donde también confirmó que Nicolás Zepeda sabía dónde vivía la joven por ese entonces.
"No puedo dejar que este demonio quede libre"
Taeko Kurosaki se refirió en duros términos al chileno Nicolás Zepeda, a quien acusó de mentir cuando manifestó que buscaría trabajo en Japón, ya que llegó al país con una visa de turista.
"Fue un gran shock, lamento haber sido tan estúpida e ignorante (...) Entendí que desde la primera reunión él ha mentido continuamente a toda mi familia. Es un gran mentiroso. ¿Cuántas veces ha mentido durante este juicio?", problematizó la madre.
"Desde el día en que me di cuenta de que él fue el culpable, me di cuenta de que nunca volvería a ver a mi hija", complementó.
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En esa línea, dijo que "no puedo dejar que este demonio quede libre. Seguiré protegiendo a todas las mujeres de esta tierra de Zepeda. El precio será mi vida. Para todas las chicas, este monstruo nunca debe soltarse".
"Él nunca dirá la verdad, nunca durante este juicio, e incluso más allá de este juicio", complementó Taeko Kurosaki, quien también reconoció que "traté de suicidarme no sé cuántas veces. Me ahogué, me golpeé la cabeza contra las paredes (...) Pero todavía tengo dos hijas que son muy queridas para mí".
"Les pido una cosa. Si Narumi hubiera estado viva todavía hoy, podría haber contribuido a construir un mundo mejor. No olviden el hecho de que mi hija vivió en este lugar, en este país", cerró, rompiendo en llanto.
