Hallan cuerpo sin vida de mujer británica que intentó salvar a sus perritos tras tsunami en Tonga
El cuerpo de una mujer británica, que fue arrastrado mientras intentaba salvar a sus perros en el tsunami de Tonga, fue encontrado, reveló su familia este lunes.
Angela Glover, de 50 años, se separó de su esposo, James, el sábado cuando un tsunami provocado por una erupción volcánica llegó hasta ellos, golpeando el frente de su casa en la capital de Tonga, Nuku'alofa.
"Entiendo que este terrible accidente ocurrió cuando intentaban rescatar a sus perros", dijo al New York Post su hermano Nick Eleini.
El esposo logró aferrarse a un árbol pero Angela -quien dirigía un refugio de rescate de animales callejeros- y sus perros, fueron arrastrados.
Su muerte es la primera conocida del desastre, que fue causado por la enorme erupción submarina del volcán Hunga Tonga Hunga Ha'apai, a unos 64 kilómetros al norte de la casa de Glover.
Angela había publicado una inquietante foto final en Instagram horas después de la erupción del volcán, diciendo que estaban bajo alerta de tsunami. "Todo está bien... algunas olas... algunos silencios espeluznantes... un viento o dos... luego silencio", escribió junto a dos imágenes de una puesta de sol con neblina.
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Ella y su esposo se mudaron del Reino Unido a Tonga hace cinco años después de casarse, dijo su hermano. "Angela y James amaban su vida en Tonga y adoraban a la gente de Tonga", dijo Eleini.
Y agregó: "Angela siempre ha tenido un profundo amor por los perros y por eso comenzó una organización benéfica de bienestar animal llamada TAWS. Su objetivo era proporcionar refugio y rehabilitación a los perros callejeros antes de intentar encontrarles un hogar".
Eleini vive en Sydney, pero desde entonces ha regresado al Reino Unido para estar con su madre tras la muerte de Angela. Si bien los informes iniciales indicaron que no hubo víctimas masivas como resultado de la erupción volcánica y el tsunami, las autoridades visitaron las playas e informaron daños significativos con "casas en el suelo", según el ministro del Pacífico de Australia, Zed Seselja.