Cuba autoriza uso de emergencia de su vacuna destinada a convalecientes del COVID-19
Cuba autorizó el jueves el uso de emergencia de su vacuna Soberana Plus, destinada especialmente a los convalecientes del coronavirus mayores de 19 años, informó la autoridad reguladora de medicamentos del país (Cecmed).
Esta vacuna será administrada, en una sola dosis, a personas que se recuperaron de la enfermedad, "con dos meses o más de su alta médica hospitalaria", precisó el Cecmed en un comunicado.
La autorización se sustenta en "que se ha demostrado que cumple con los requisitos exigidos en cuanto a calidad, seguridad e inmunogenicidad para este grupo poblacional", con "beneficios en términos inmunológicos contra el riesgo potencial de reinfección por las nuevas variantes más transmisibles del virus", añadió el Cecmed.
Cuba se convierte en el primer país en vacunar a niños de dos años contra el COVID-19
Soberana Plus ya había sido aprobada por el Cecmed como tercera dosis de refuerzo después de la aplicación de dos de Soberana 02, otra inmunógeno también desarrollado por el Instituto Finlay de Vacunas de La Habana.
Un tercer inmunizante, Abdala, creado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) también recibió el visto bueno de la agencia de regulación local.
Aún no reconocidas por la OMS, las vacunas cubanas se basan en una proteína recombinante, la misma técnica con la que trabaja la estadounidense Novavax y la francesa Sanofi, y tienen una eficacia superior al 90% para prevenir la enfermedad con síntomas, según sus creadores.
Cuba inició hace una semana contactos con expertos de la OMS para obtener el reconocimiento de sus vacunas anticovid, ya compradas por Venezuela y Vietnam, y en producción en Irán.
Hasta este jueves, el país había inmunizado con sus propias vacunas al 42,2% de sus 11,2 millones de habitantes. También lanzó una campaña única en el mundo para vacunar a los niños a partir de los dos años, condición que impuso el gobierno para la reapertura de las escuelas en noviembre próximo.
Bajo embargo de Estados Unidos desde 1962, Cuba comenzó a desarrollar sus propias vacunas en los años 80, descubriendo la primera contra la meningitis B, y en la actualidad casi el 80% de las vacunas que incluye en su programa de inmunización son fabricadas en la isla.