Cuatro heridos tras masiva marcha contra Ortega en Nicaragua
AFP
Cuatro policías resultaron heridos tras una marcha de miles de persona en la capital nicaragüense convocadas por estudiantes para exigir justicia y democracia, en una nueva movilización masiva contra el gobierno del presidente Daniel Ortega.
La movilización paralizó el oeste de Managua, con gritos de "pueblo únete" y "eran estudiantes, no eran delincuentes", en alusión a los 47 muertos por la represión policial contra las protestas iniciadas el 18 de abril pasado.
El incidente donde fueron heridos los agentes, entre ellos dos mujeres, ocurrió en el sector norte de Managua, durante el retorno de manifestantes a sus lugares de origen, informó el subdirector de la policía Francisco Díaz, que atribuyó el hecho a "grupos de vándalos".
El movimiento de protestas antigubernamentales comenzó como manifestaciones estudiantiles contra una reforma a la seguridad social, pero la brutal represión y detención arbitraria de los participantes causó indignación popular y extendió la movilización a todo el país.
La ruta definida para marchar este miércoles resultó corta para la inmensa multitud que se congregó en la Catedral de Managua, el punto de partida.
Los manifestantes iban a pie, en motocicletas y agitando banderas de Nicaragua, mientras gritaban "que se vayan", un mensaje a Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, a quienes tildaban de "ladrones" y "asesinos" en sus consignas.
La marcha convocada por la Coalición Universitaria reunió a estudiantes, campesinos, empresarios y pobladores de distintos lugares del país, en una nueva movilización masiva en medio de la ola de protestas que dejaron 47 muertos y unos 400 heridos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Campesinos vitoreados
Una caravana de campesinos, movilizados desde hace cinco años contra un proyecto de construir un canal interoceánico, fue recibida con júbilo por pobladores de barrios ubicados en el trayecto hacia el lugar de concentración.
Los campesinos habían sido reprimidos e impedidos de llegar a Managua durante sus más de 100 marchas de protesta contra la construcción del canal, un proyecto valorado en 50.000 millones de dólares y cuya ejecución hoy está en duda.
También fue aplaudida la presencia de residentes del poblado indígena de Monimbo, en Masaya (sur), un bastión sandinista en la lucha contra la dictadura de Somoza en 1979, pero que se ha rebelado contra el gobierno en las actuales protestas.
Dirigentes del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), aliados del gobierno en los últimos 11 años, acudieron a la marcha y se declararon a la expectativa del inicio del diálogo para democratizar al país convocado por las autoridades.
El presidente de la Unión de Productores Agropecuarios (Upanic), Michael Healy, manifestó que espera que "no vuelva a suceder lo que pasó donde grupos de vándalos mataron a estudiantes; eso no lo podemos volver a permitir en Nicaragua".
Healy demandó que llegue al país una comisión de derechos humanos que haga la investigación y que paguen los culpables.
"Queremos que se vaya Daniel (Ortega) porque es mucha represión lo que le esta haciendo al pueblo. Son demasiadas faltas, por eso pedimos que se vaya", dijo a la AFP Darling Gaitán, de 45 años.
Marvin Gutiérrez, estudiante de ingeniería, demando que "Nicaragua sea completamente libre de toda la opresión que nos están dando ahora".
El gobierno, que había convocado a una contramarcha este miércoles en otro sector de la capital, redujo la cita a un concierto por la paz ante pedidos de empresarios y la iglesia católica de evitar enfrentamientos entre las dos manifestaciones.
La concentración oficial, denominada "canto por la paz y el cariño" realizada en el antiguo centro histórico de Managua, reunió a miles de simpatizantes y empleados del gobierno, según imágenes del canal 4 de televisión.
El presidente del parlamento, Gustavo Porras, uno de los disertantes en ese encuentro manifestó que el gobierno también quiere la paz y "defendemos la paz con Daniel (Ortega) al frente", en respuesta a opositores que piden su renuncia en la actual crisis.