Crisis en Bolivia: Ministros, parlamentarios y alcaldes renuncian a sus cargos
En el marco de las protestas por la cuestionada reelección en los comicios del 20 de octubre en Bolivia, durante este domingo han aumentado las renuncias de distintas autoridades oficialistas y opositoras.
Tras conocerse los resultados de la auditoría de realizada por Organización de Estados Americanos (OEA), que dictaminó que hubo irregularidades en las primeras elecciones donde fue reelecto Evo Morales.
Esto generó serios incidentes en distintos puntos del país y peticiones de renuncia a Morales por parte del Ejército y la Policía. Cerca de las 17 horas (18 horas de Chile) de ese país de este domingo, Morales confirmó su renuncia a la presidencia.
LEE TAMBIÉN: EVO MORALES PRESENTA SU RENUNCIA A LA PRESIDENCIA DE BOLIVIA
Las renuncias
Uno de los últimos en presentar su renuncia fue el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, quien escribió en su cuenta de Twitter, ''hoy más que nunca necesitamos que el país regrese al camino de la paz social y de la unidad. Pensando en el bien nacional y el respeto a la vida, hago pública mi renuncia irrevocable''
Asimismo, el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, demitió luego de que manifestantes atacaran su domicilio en el marco de protestas ciudadanas que exigen la renuncia de Morales.
"Renuncio a la cámara de Diputados (..), ojalá que sea para preservar la integridad física de mi hermano que ha sido tomado como rehén" durante el ataque, en la ciudad andina de Potosí (suroeste), dijo Borda a medios locales.
Por su parte, el ministro de Minería de Bolivia, César Navarro, también anunció su renuncia luego de que un grupo de opositores quemara su vivienda en Potosí.
La misma decisión tomaron el ministro de Deportes, Tito Macaño, la ministra de Planificación, Mariana Prado, el gobernador de Cochabamba, Iván Canelas y la vicecanciller Carmen Alemendras.
En total serian cerca de 20 autoridades entre, ministros, gobernantes, vicecancilleres, alcaldes y parlamentarios que decidieron dar un paso al costado en los últimos días en medio de la tensa situación que vive el país.