Una protesta por la muerte de un joven que estaba en custodia policial terminó en disturbios en la ciudad mexicana de Guadalajara, donde había sido detenido presuntamente por incumplir medidas para evitar contagios de covid-19.
Decenas de personas salieron a las calles para exigir justicia en el caso de Giovanni López, quien murió a inicios de mayo en la localidad de Ixtlahuacán (estado de Jalisco), aunque sus familiares recién denunciaron el caso esta semana.
Pero la protesta se tornó violenta cuando encapuchados hicieron pintadas en varios inmuebles, incendiaron dos patrullas y provocaron daños al edificio del gobierno estatal, siendo dispersados luego por policías antimotines. Las autoridades confirmaron que 27 personas fueron detenidas tras la trifulca.
"A una legítima manifestación y a un reclamo justo, lo invadieron intereses de otra naturaleza (...) Lo que vimos fue un acto de violencia que nunca habíamos visto en nuestra ciudad", acusó el gobernador del estado, Enrique Alfaro, en un video difundido la noche del jueves.
La fiscalía estatal informó que ya investiga la muerte de López, quien, según dijo, habría sido detenido por policías municipales por una "falta administrativa" y no porque no portaba cubrebocas.
El organismo añadió que el hombre habría fallecido a causa de golpes propinados por los policías municipales y no de lesiones con arma de fuego.