La pandemia de coronavirus se cobró más de 40.000 vidas en todo el mundo, infectó a más de 800.000 personas y dejó ya más fallecidos en Estados Unidos que en China, según el último balance de este martes, mientras los gobiernos reforzaban el confinamiento a marchas forzadas.
Tres cuartas partes de los decesos se han producido en Europa, una estadística negra que lideran Italia, con 11.000 fallecidos, España con 8.200 y Francia con más de 3.000, cifra similar a la de Estados Unidos y umbral al que se acerca Irán.
Desde el comienzo de la pandemia, según un recuento establecido por la AFP, se declararon oficialmente 803.645 casos en todo el mundo, más de la mitad de ellos en Europa (440.928), 172.071 en Estados Unidos y Canadá y 108.421 en Asia.
En España, la cifra de muertos volvió a crecer el martes con 849 decesos, pese a que el país instauró uno de los confinamientos más estrictos de Europa, paralizando todas las actividades económicas no esenciales y prohibiendo hasta los funerales, como ya había hecho Italia.
"La tendencia general se mantiene", dijo la doctora María José Sierra, del centro de emergencias sanitarias.
Francia también mostró cifras récord, 499 muertos en un día, así como el Reino Unido, con 381.
Hospitales saturados
Los hospitales españoles, sobre todo en Madrid y Cataluña (noreste), están desbordados. "Empieza a escasear medicación", por ejemplo para sedar, explica a la AFP Nuria Martínez, doctora de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Puerta de Hierro de Madrid.
"Estamos empezando a restringir el acceso" a la UCI. "A los mayores de 80 años no los ingresamos en la UCI", lamentó.
Italia registra casi 102.000 casos de covid-19 en medio de graves dificultades por la saturación de sus hospitales.
Ester Piccinini, enfermera de 27 años en un hospital de Bérgamo, en el norte, da cuenta de ello: "Por la mañana, cuando llego al servicio, me santiguo esperando que todo vaya bien. No tanto por mí [...], puesto que estoy protegida, sino por los pacientes".
Según un estudio del Imperial College de Londres, las medidas de confinamiento aplicadas en 11 países europeos podrían haber salvado ya 59.000 vidas, hasta el 31 de marzo.
En Estados Unidos, un navío hospital de 1.000 camas llegó a Nueva York, foco de la epidemia en el país, para dar un respiro a los congestionados hospitales de la ciudad, mientras se instalan centros provisorios de atención médica en un centro de convenciones y en el Central Park.
La epidemia también se declaró a bordo del portaaviones estadounidense Theodore Roosvelt, atracado en la isla de Guam, por lo que su comandante pidió autorización para desembarcar y confinar a toda su tripulación.
"No estamos en guerra. Los marineros no necesitan morir", escribió el capitán del navío, Brett Crozier.
Quién vive y quién muere
La falta de camas de reanimación y equipos para el exhausto personal sanitario es grave en todo el mundo, incluso en los países más industrializados.
"Si hay una gran afluencia y solo tienes un número limitado de respiradores, no puedes ventilar a todos. Y a partir de ahí tienes que elegir", se lamenta Shamit Patel, médico de 46 años de Nueva York y que como sus colegas de España, Italia y otros países podría tener que verse obligado a decidir quién vive y quién muere.
Frente a la pandemia, la ONU e incluso el Papa Francisco piden cooperación, treguas y solidaridad. Este martes, Europa anunció que entregó material médico a Irán, con casi 3.000 muertos por coronavirus, usando un mecanismo de trueque que elude las sanciones de Estados Unidos.
Más de 3.600 millones de personas, es decir un 46,5% de la población del planeta, están confinadas, por obligación o por decisión propia, según un recuento de AFP.
La mayoría debe cumplir un régimen de confinamiento obligatorio, como en España, India, Reino Unido, Francia, Italia o muchos Estados de Estados Unidos. Los demás están sometidos a toques de queda, viven en ciudades en cuarentena o son llamados a confinarse, pero sin medidas coercitivas.
Rusia extendió sus medidas de confinamiento a la mayoría de sus regiones, y anunció fuertes multas para los que no las respeten.
No obstante, el confinamiento es difícil de cumplir en numerosos países, en especial en África y América Latina, donde millones de personas viven gracias a una economía sumergida y habitan en lugares superpoblados, a veces con escasas condiciones de higiene.
En América Latina, donde se han registrado 348 muertes y casi 15.000 infectados, varios países anunciaron el prolongamiento de las medidas, en un intento de evitar que colapsen sus sistemas sanitarios.
México, donde hay mas de un millar de contagios y 28 decesos, declaró la emergencia sanitaria, mientras Panamá endureció el confinamiento.
Recesión económica
En este contexto, el panorama económico es sombrío. Los ministros de Finanzas y titulares de los bancos centrales de los países del G20 se reunieron este martes por videoconferencia y prometieron ayudar a los países pobres a hacer frente a su deuda y asistir a los mercados emergentes para limitar el impacto dela pandemia en su economía.
La crisis causó divisiones dentro de la Unión Europea, con los países enfrentados por las medidas que habría que adoptar.
Nueve países, incluyendo a España, Francia e Italia, defienden crear un instrumento de deuda común emitida por una institución europea, una especie de "coronabonos", una idea que se topó con el firme rechazo de Alemania y Holanda, pues para esos países la mutualización de la deuda entre los 19 miembros de la Eurozona es una línea roja.
Por su parte, el Banco Mundial presentó un duro porvenir para China: mientras en enero pronosticaba un crecimiento de 5,9% para este año, ahora lo sitúa en 0,1%.
La brusca desaceleración económica en el gigante asiático influiría en la región y podría arrastrar a 11 millones de personas a la pobreza en Asia, advirtió el Banco Mundial.