En una de las historias más tristes ocurridas por el coronavirus, pero que lamentablemente se repite día a día alrededor del mundo, una familia con seis hijos no pudo acompañar a su madre en su lecho de muerte. De acuerdo a BuzzFeed News, el clan solo logró pararse afuera de la habitación de hospital diciéndole que la querían desde un walkie-talkie.
Sundee Rutter, de 42 años y residente en Washington junto a su familia, había sobrevivido a un cáncer de mamas en etapa 4.
La mujer fue diagnosticada con síntomas de COVID-19 tan solo dos semanas antes de su fallecimiento, lo que afectó en gran medida su estado de salud previo a la infección.
Fue al hospital por primera vez el 3 de marzo, con fiebre y dificultad para respirar, pero fue enviada a su casa. Regresó el 7 de marzo y fue internada para ser tratada por neumonía.
Un día después dio positivo por COVID-19.
Rutter murió el 16 de marzo. Momentos antes, su familia le habló desde el dispositivo de radio portátil, que fue colocado a un costado de su almohada.
"Le dije que la amaba... No debería preocuparse por los niños", dijo Ross-Rutter, el cuarto hijo mayor de Sundee, al medio de comunicación citado anteriormente.
En un principio, Sundee Rutter podía recibir visitas con mascarilla, pero eso cambió rápidamente cuando fue aislada completamente.
"Yo estaba como... Estoy a punto de perder a mi mejor amiga y ella ni siquiera puede oírme", añadió el hijo.
"Era una super-mamá, ¿sabes?", reflexionó.
Tras conocerse la noticia se inició una colecta a través de GoFundMe para recaudar fondos, ya que tres de los hijos de Sundee están en la universidad y los otros tres en la secundaria.