Coronavirus: Escasez de ataúdes en Ecuador obliga a usar féretros de cartón para enterrar muertos
Guayaquil, la ciudad más castigada por el coronavirus en Ecuador, intenta responder con ataúdes de cartón a la alta demanda de féretros provocada por la pandemia, informó el domingo la institución.
El municipio recibió una donación de 1.000 féretros de cartón prensado de la Asociación de Cartoneros, la cual se entregó a dos cementerios de la localidad.
"Es para que puedan cubrir la demanda de estos féretros, porque tienen mucha, y no hay en la ciudad o son sumamente caros", explicó un vocero del cabildo guayaquileño a la AFP.
La provincia de Guayas, que está militarizada y cuya capital es Guayaquil, tiene la mayor incidencia de covid-19 en el país, con 2.524 contagiados, incluidos 126 fallecidos.
En la ciudad escasean los ataúdes, señaló a la AFP Santiago Olivares, propietario de una empresa funeraria. "Vendí 40 que tenía en la sucursal del centro y otros 40 de la sede de Durán. Me tocó pedir 10 más para salir el fin de semana y ya se acabaron", comentó.
Los féretros en el puerto de Guayaquil, el motor económico de Ecuador, se venden por 400 dólares, en el caso de los más económicos, pero en la ciudad los proveedores están con sobredemanda.
"Por el toque de queda no hay suficiente provisión de materiales, madera y metal de los que hacemos las cajas", señaló Olivares, recordando que un ataúd de cartón no incumple las normas sanitarias dictadas por el gobierno para el entierro de pacientes fallecidos por la covid-19.
Los ataúdes de cartón "serán de gran ayuda para brindar una digna sepultura a las personas fallecidas durante esta emergencia sanitaria", publicó en Twitter la alcaldía de Guayaquil, donde familias claman para que las autoridades retiren los cadáveres de viviendas y calles.
En Ecuador, que reportó el domingo 3.646 casos, incluidos 180 muertos, rige un toque de queda de 15 horas.
Frente a la pandemia, el gobierno ecuatoriano también declaró el estado de excepción, la emergencia sanitaria, la suspensión del trabajo presencial y las clases, el confinamiento de personas, la restricción vehicular y el cierre de fronteras.