La contaminante industria siderúrgica busca alternativas verdes en Suecia
Para producir acero, debe quitarse el oxígeno de los átomos de hierro, lo que se consigue en un alto horno cargado con el hierro, normalmente en pequeñas bolitas, y coque, un derivado del carbón.
Con este proceso a temperaturas de hasta 1.000 ºC, se emiten casi dos toneladas de CO2 por cada tonelada de acero producida.
Pero en la fábrica Hybrit, el oxígeno se separa de forma distinta. "En vez de usar el aire caliente, nosotros hacemos circular hidrógeno en forma de gas caliente", explica Quintero.
El hidrógeno, que se produce por electrólisis de agua usando fuentes de energía exclusivamente renovables, se ensambla con los átomos de oxígeno y se separa del metal en forma de agua.
Hay que añadir un poco de carbono al metal para dotarlo de sus calidades, así como otros metales en función de las propiedades de las aleaciones deseadas.
"Pero es una pequeña, muy pequeña cantidad", dice Martin Pei, director técnico de SSAB y pionero del proyecto.
"Si podemos hacerlo (a gran escala) como lo hemos hecho en la prueba piloto, en principio podemos solucionar la cuestión de las emisiones de CO2", confía.
"Hemos roto los códigos, sabemos cómo hacerlo", asegura a AFP el consejero delegado del grupo, Martin Lindqvist.
Las 25 primeras toneladas producidas a finales de agosto fueron entregadas al gigante sueco de la automoción Volvo Group, que puso en el mercado el mes pasado sus primeros camiones con acero descarbonizado.
Pero esta producción es una gota en el océano de 1.860 millones de toneladas de acero producidas en el mundo entero.
SSAB quiere alcanzar 1,5 millones de toneladas anuales "de acero sin energía fósil" a partir de 2026, en una producción actual total de 7,5 millones anuales
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Gran consumo de energía
El otro gran desafío será construir suficientes plantas de producción de electricidad renovable y las líneas de alta tensión que necesitarán.
Para operar a gran escala, SSAB estima que necesitará 15 teravatios/hora de electricidad anual y LKAB requerirá 55 teravatios/hora para transformar sus minas a la electricidad.
Solo esto es un tercio de la producción eléctrica total de Suecia en la actualidad.
"Esto necesita tal cantidad de electricidad en un momento en que la producción de electricidad ya es limitada", señala Christian Sandström, profesor de la universidad de Jönköping.
Con dos colegas, publicó un artículo criticando el proyecto, especialmente su etiqueta de "sin fósiles".
"El efecto directo de este acero producido con hidrógeno es un consumo de electricidad más fuerte y lo que vemos actualmente es que no hay señales de que la electricidad venga +sin fósiles+", indica.
A escala global, el desafío todavía parece más infranqueable, dado que SSAB solo es la 52ª empresa de siderurgia en el mundo.
Otros proyectos ven la luz. En febrero, la empresa sueca H2 Green Steel anunció un proyecto de fábrica que debería estar operativo en 2024.
Y el gigante chino HBIS, número tres mundial del acero, anunció en mayo un proyecto piloto usando hidrógeno.