Centros de votación semivacíos marcaron el último día de la consulta simbólica convocada por el líder opositor Juan Guaidó, aunque la oposición se atribuyó un triunfo "histórico" al resaltar una masiva participación por internet que "saturó" los canales dispuestos para votar.
La "participación en la consulta superó por mucho el fraude que montaron" el 6 de diciembre, señaló Guaidó, en alusión a las elecciones legislativas boicoteadas por el grueso de la oposición, tras las cuales el chavismo obtuvo más del 91% de los 277 escaños de la cámara, en cuestionados comicios en los que votaron 6,2 millones de los 20,7 inscritos en el registro electoral.
Según un primer boletín ofrecido en Twitter por los organizadores de la consulta hecha al margen del ente electoral venezolano, participaron 6,4 millones de personas: 3,2 millones de manera presencial en Venezuela; 844.728 en el exterior y otros 2,4 millones digitalmente. Esto con 87,44% de los votos escrutados.
Pese al balance ofrecido por la oposición, Guaidó, que denunció la "censura" del gobierno y la falta de apoyo de medios televisivos del país para difundir su llamado, no logró reeditar las multitudinarias movilizaciones que lo acompañaron durante 2019.
En Caracas, los puntos instalados para depositar los votos permanecieron mayormente despejados, pese a los pedidos a quienes apoyaron la consulta por internet de acompañar presencialmente la jornada.
Con menos popularidad de la que gozó cuando se proclamó mandatario encargado de Venezuela en enero de 2019, Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, con Estados Unidos a la cabeza, se jugaba con esta consulta simbólica su última carta antes de que culmine legalmente su período como parlamentario.
En la llamada "consulta popular" se pregunta a los venezolanos si apoyan "todos los mecanismos de presión nacional e internacional" en pro de "elecciones presidenciales y parlamentarias libres" y si rechazan los comicios legislativos del domingo.
No es la primera vez que la oposición invita a un proceso de consulta.
Una iniciativa parecida se concretó en julio de 2017 en rechazo a la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro, tras meses de protestas que dejaron unos 125 muertos. Pese al plebiscito simbólico, el órgano 100% chavista se instaló, asumiendo en la práctica las funciones legislativas.
"Amedrentamiento" y "escepticismo"
La oposición denunció "amedrentamiento" por "grupos civiles armados llamados colectivos que utiliza el régimen (...) En la Cota 905 (Caracas) tuvieron que retirar el punto de consulta por amedrentamiento", dijo a la AFP el diputado Rafael Veloz.
"Los consejos comunales salieron a corrernos", comentó por su parte el diputado Jesús Abreu, desde Catia, una zona popular del oeste de la capital donde operan colectivos que, según sostuvo, "merodeaban" desde temprano para intimidarlos.
José Nelson Castellanos, de 56 años, se acercó a una plaza de Chacao, una acomodada zona de Caracas tradicionalmente opositora, para expresar su rechazo al gobierno de Maduro.
"Si no estamos conformes con la situación que tenemos en el país algo debemos hacer, sé que mucha gente ya ni siquiera le está parando a este tipo de cosas porque ya está escéptica frente a los resultados, pero algo hay que hacer", declaró a la AFP.
"Dosis de abstención para todos"
Tanto la consulta convocada por Guaidó como las elecciones legislativas auspiciadas por Maduro registraron un alto nivel de abstención, señala el polítologo Jesús Castillo-Molleda.
"El liderazgo político que representa a la oposición y el gobierno tuvo su dosis de abstencionismo, perdieron la calle ambos sectores, no están conectados con los problemas de la gente", subraya.
La oposición "no ha sabido canalizar el descontento porque no ha logrado sus objetivos, y eso ha desmoralizado a la gente, que aunque está en contra de Maduro, pocos ven la necesidad de apuntar su nombre en algo que no tiene ningún efecto legal o político", indica por su parte, el analista Rafael Álvarez Loscher, de la firma IURISCORP.
Maduro, en tanto, resta importancia al llamado de Guaidó, a quien tilda de "farsante" y "títere" de Estados Unidos.
"Nadie podría pensar que una consulta por internet tiene valor legal, constitucional, solamente tiene valor informativo", afirmó el mandatario.