Una menor de 15 años vivió un verdadero infierno por al menos dos años, producto que su madre y su padrastro la utilizaron como moneda de cambio para no pagar arriendo, a cambio que el propietario de la casa pudiera violarla cuando quisiera.
El macabro hecho ocurrió en Bernal, al nordeste de Quilmes, Argentina, donde efectivo de la policía detuvo a los padres de la menor, producto de la denuncia de una de sus tías.
Los sujetos, de nacionalidad paraguaya, fueron identificados como Ramona Perla de 37 años y Julián Agripino de 65, padrastro de la menor, quien también habría abusado sexualmente de su hijastra.
La mamá, que trabajó en una empresa de limpieza hasta 2016, está acusada ahora de promoción y facilitación de la prostitución. Mientras que, tanto Agripino, como el dueño del inmueble, deberá rendir cuentas en la justicia por el delito de abuso sexual con acceso carnal.
Según informan, se investiga la posible situación de que uno de los hombres haya dejado embarazada a la joven, obligándola a abortar posteriormente.