Por AFP
La confidente de la ex presidenta de Corea del Sur Park Geun-hye, figura clave del escándalo de corrupción que precipitó su caída en marzo de 2017, fue condenada este martes a 20 años de cárcel.
Choi Soon-sil, de 61 años, es la hija de un misterioso jefe religioso. Durante décadas fue una amiga muy cercana de Park, al punto de que los medios surcoreanos la apodaron "Rasputina", por su enorme influencia en el gobierno de la ex mandataria.
Durante el escándalo que estalló en 2016 en la cuarta economía de Asia, su nombre pasó a las primeras planas acusada de varios casos de sobornos a empresas e instituciones. Masivas manifestaciones pidiendo la renuncia de la presidenta llevaron a su caída definitiva el año pasado.
Choi fue acusada de confabularse con Park para extorsionar por millones de dólares a las grandes empresas de Corea del Sur. También fue acusada de utilizar sus habilidades en conseguir contactos en las altas esferas con el fin de entrometerse en asuntos de Estado.
El tribunal del distrito central de Seúl la declaró culpable de abuso de poder, corrupción e interferencia política.
El juez Kim Se-yoon consideró que la acusada sacó provecho "de sus lazos personales de larga data" con la exjefa de Estado para obligar a los grandes grupos a desembolsar fondos para fundaciones bajo su control.
En total, Choi Soon-sil aceptó 14.000 millones de wons (10,5 millones de euros, 12,9 millones de dólares) por parte de Samsung, que es el primer grupo empresarial surcoreano, y de Lotte, un gigante en la venta minorista. Además "se involucró en gran medida en los asuntos de Estado", precisó el juez.
"Culpable"
La amiga de la ex presidenta "tiene una gran culpa" en estos casos, dijo el juez tras señalar que la acusada no mostró ningún signo de arrepentimiento.
Choi, que vestía un impermeable azul oscuro que dejaba ver el número de registro carcelario, apenas reaccionó al escuchar la sentencia.
Esta condena puede ser un precedente en el futuro judicial de la expresidenta Park, procesada por corrupción. 15 de los 18 cargos que pesan sobre Choi son similires a las acusaciones contra quien fuera jefa de estado entre 2013 y 2017.
La fiscalía pidió una pena de 25 años de cárcel contra Choi, considerada "el alfa y omega del escándalo", además de multas y el embargo de sus bienes por un total de de 126.200 millones de wons.
El otro acusado en este mismo caso de extorsiones a empresas, es Shin Dong-bin, presidente de Lotte, el quinto grupo empresarial del país, condenado a dos años y medio de prisión. En libertad, compareció a la audiencia del martes donde le ordenaron pagar una fianza.
Ahn Jong-beom, quien fuera consejero de Park, fue condenado a seis años de prisión acusado en este caso.
Choi se había declarado no culpable y negó absoltamente todas las acusaciones en su contra. Afirmó que jamás buscó obtener ventajas personas y que sólo intentó ayudar a Park en su trabajo. Acusó a la fiscalía de haberle tendido una "emboscada".
En un contexto de crecientes frustraciones económicas y sociales, Park fue destituida en diciembre de 2016 por la Asamblea Nacional, decisión que confirmó tres meses más tarde la Corte Constitucional. De esta manera se levantó su inmunidad presidencial, se la citó en la justicia, se ordenó su detención preventiva y acusación.