Por AFP
Irán aseguró que probó con "éxito" un lanzador de satélites, con lo que inauguró el Centro Espacial Imán Jomeini.
El artefacto, llamado Simorgh, es capaz de colocar "satélites de 250 kilos a una altitud de 500 kilómetros" por encima de la superficie terrestre.
Los occidentales sospechan que Irán busca desarrollar, utilizando la tecnología de sus lanzadores de satélites, misiles balísticos de largo alcance capaces de transportar cargas convencionales o nucleares.
Irán siempre ha desmentido esta acusación, afirmando que su programa espacial tiene fines únicamente pacíficos.
En los últimos años, los países occidentales han condenado todos los lanzamientos de satélites iraníes.
El de este jueves se produjo dos días después de que el Congreso de Estados Unidos aprobara nuevas sanciones contra Rusia, Corea del Norte e Irán, apuntando principalmente contra el programa balístico de Teherán.
Irán envió en febrero de 2015 un pequeño satélite de observación de fabricación local llamado Fajr ("alba"), que pesaba 52 kilos. Fue el primer satélite lanzado desde 2012 y fue colocado "con éxito" en órbita, a 450 km de la Tierra, según medios iraníes.
Se trataba del cuarto satélite de fabricación iraní en ser enviado al espacio. Los otros tres fueron lanzados entre 2009 y febrero de 2012.
Teherán también lanzó dos cápsulas con seres vivos, la primera, en febrero de 2010, contenía una rata, tortugas e insectos y la segunda, en enero de 2013, transportaba un mono que, según medios oficiales, fue recuperado con vida.
El artefacto, llamado Simorgh, es capaz de colocar "satélites de 250 kilos a una altitud de 500 kilómetros" por encima de la superficie terrestre.